Guantánamo, 23 abr (ACN) El proceso editorial y sus desafíos centraron el debate en Dialogar, Dialogar, un espacio que reunió a trabajadores de las editoriales El Mar y la Montaña y Ediciones Bayamo, durante la XI Jornada La Isla en Peso, organizada por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia.
El encuentro, celebrado en la librería Ateneo Asdrúbal López, reveló las complejas negociaciones entre autores, diseñadores y editores para equilibrar estética, comercialización y fidelidad al texto.
Rosalba Muñoz Rojas, diseñadora de Ediciones Bayamo e invitada por la AHS, describió el proceso como un "triángulo" donde la comunicación entre texto, corrección y diseño es clave.
Además destacó que en ocasiones los escritores delegan la creatividad, pero otros exigen control total, incluso sobre elementos técnicos, por lo cual tiende a usar su estrategia con preguntas "casi psicológicas" para descifrar cómo visualizan su obra, desde el color de la portada hasta el equilibrio entre ilustración y texto.
A pesar de limitaciones como la escasez de materia prima, la editorial mantiene su operación con unos 500 ejemplares por título, con un plan de seis o siete textos con colecciones dedicadas al teatro, la infancia, la poesía y la historia, aunque se prioriza este último apartado, "Bayamo se nutre de su historia, muchos próceres independentistas fueron escritores, poetas y músicos, como Carlos Manuel de Céspedes o Perucho Figueredo", destacó.
Víctor Enrique Silveira, diseñador y fundador de El Mar y la Montaña, con 25 años de experiencia, compartió sobre el aprendizaje del oficio en los años 2000, cuando el Sistema de Ediciones Territoriales daba sus primeros pasos, recorrió La Habana para nutrirse de figuras como Pablo González Casanova, quién armó el Instituto del Libro, y fue pionero en escribir textos sobre el diseño de libros, y Pepe Menéndez, referente de esa especialidad en Casa de las Américas.
Enfatizó además en la importancia de priorizar título y autor en las portadas, y citó ejemplos como el diseño de Veintiún poetas del siglo XX, de Virgilio López Lemus donde elementos inclinados generaron curiosidad en los lectores y juegan con su percepción.
Silveira reflexionó sobre los diseños en los cuales la ilustración opaca al texto y subrayó que la prioridad debe ser el público, no el ego personal, “hay que negociar con autores e ilustradores para lograr equilibrio, y no guiarse por emociones, puesto que pueden no reflejar el contenido exacto”, comentó y meditó sobre los retos en libros infantiles, donde las ilustraciones complejas demandan soluciones creativas.
Otros editores y directivos presentes de El Mar y la Montaña detallaron el riguroso proceso de revisión con autores para evitar ajustes posteriores que afecten el diseño, ya que un error, hasta de una coma, puede obligar a reimprimir todo.
Para evitar esos y otros problemas, la Editorial realiza talleres internos y entrega pruebas físicas para minimizar errores, con el trabajo coordinado con el diseñador que adapta el estilo a cada colección, y la explicación a cada especialidad de el por qué de los cambios en el libro y de esa forma convencer al autor de las transformaciones necesarias que buscan transmitir lo escrito.
Estos complejos procesos se continuarán exponiendo en la XI Jornada de la Isla en Peso, uno de los principales eventos de la AHS guantanamera, está dedicada hasta el 24 de abril a la edición, diseño e ilustración en la literatura, un oficio editorial que persiste mediante adaptación y diálogo.