Dedicación y desafíos de un guardabosque en Isla de la Juventud

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ACN - Cuba
Linet Gordillo Guillama | Foto de la autora
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16 Noviembre 2024

Nueva Gerona, 16 nov (ACN) Para José Luis Espino Cabrera, guardabosques en Isla de la Juventud, los bosques no tienen secretos, él se conoce cada trillo y atajo en los extensos y poco transitadas florestas, por donde cada día recorre junto a su grupo de trabajo, varios kilómetros que incluye también la ciénaga de Lanier y la costa.
   "No es un trabajo fácil", dice mientras seca el abundante sudor que moja su rostro. Hay zonas donde hay que estar atentos a los cocodrilos, sobre todo en época de lluvias cuando la ciénaga de Lanier se desborda. Otro problema son los mosquitos y jejenes, que nunca faltan por estos rumbos. 
   Hace más de veinte años que mi trabajo es cuidar los bosques del área protegida Sur de Isla de la Juventud y eso incluye velar por todo lo que vive en ellos, especialmente la flora y la fauna del lugar, expone.
  Comenta que enfrentan a los cazadores furtivos que llegan al monte por venados y puercos jibaros, deshacemos sus trampas, campamentos y no les damos cuartel.
   También patrullamos para detectar talas ilegales, teniendo en cuenta la cantidad de especies de madera preciosa que crecen en los bosques pineros, explica.
   Nuestro mayor desvelo lo ocasionan los incendios forestales. Muchas veces pasamos días para sofocarlos por la abundante presencia de turba en el suelo y también por las distancias que hay que recorrer con las pipas y equipos de extinción, refiere
   Apunta que, a veces esos incendios son provocados por castradores furtivos de colmenas. Por eso hay que patrullar las áreas muy alertas. En una jornada caminamos más de treinta kilómetros y regresamos extenuados, pero le confieso una cosa: “yo me jubiló siendo guardabosques”.