Bayamo, 17 oct (ACN) Con la conferencia “La Guerra de las estatuas: Carlos Manuel de Céspedes contra Carlos III y Fernando VII”, a cargo del Doctor en Ciencias Félix Julio Alfonso López, se inició hoy, en esta ciudad, la XXXII edición del Crisol de la Nacionalidad Cubana, principal evento teórico de la Fiesta de la Cubanía.
El especialista de la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz abordó la controversia histórica acaecida durante la segunda mitad del siglo XIX e inicios del XX, en torno a la ubicación de las efigies del Padre de la Patria Cubana y los citados monarcas españoles en espacios emblemáticos, como la Plaza de Armas, en La Habana, y la del Himno, en Bayamo.
Dicho fenómeno representa la lucha por la memoria histórica y el poder simbólico en Cuba, precisó el también profesor de la Universidad de la Habana.
Las figuras en cuestión, inauguradas en 1955, simbolizan no solo la herencia colonial, sino el proceso de reafirmación nacional cubano, mediante un extenso debate político, cultural e ideológico, que aún conserva relevancia en el contexto actual del país, precisó.
Con sede en el hotel Sierra Maestra, de la capital de la provincia de Granma, la apertura del Crisol estuvo presidida por Lizette Martínez Luzardo, viceministra de Cultura; y Sara Blanco Pérez, funcionaria del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; al tiempo que estuvieron presentes, entre otras personalidades, la Doctora en Ciencias Francisca López Civeira, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2022.
Damiana Pérez Figueredo, presidenta del comité organizador del evento, apuntó que, en más de 30 años, el mismo se ha convertido en un espacio académico y de reflexión en defensa de la identidad, donde la historia y la cultura constituyen cimientos de nuestra formación nacional.
Hasta el próximo domingo 20, Día de la Cultura Cubana, la cita incluirá paneles y conferencias con la participación de investigadores, así como los debates del II Coloquio de Pensamiento Cultural Latinoamericano Descolonizador.
Efectuado por primera vez en 1992 como un espacio para la divulgación y defensa de la historia y las tradiciones más autóctonas de la isla, el Crisol fue eje conformador de la Fiesta de la Cubanía, inaugurada dos años después, en 1994, a partir de una sugerencia del entonces ministro de Cultura, doctor Armando Hart Dávalos.