Sancti Spíritus, 3 nov (ACN) A 40 años de su fundación, el Museo de Historia Natural, de esta ciudad, se erige en un testigo importante del devenir histórico y cultural de la urbe -y de la provincia de Sancti Spíritus- por los exponentes de la flora y la fauna que atesora y su labor investigativa.
Localizado desde 1984 en una de las casonas más representativas del centro de la otrora cuarta villa, la institución exhibe en varias salas una rica diversidad; mientras, la preparación de su colectivo, el rescate del planetario, uno de los tres que existen en Cuba, y varios proyectos son motivos para recorrer sus áreas.
Al decir de María Isabel Álvarez Rojas, directora del inmueble de estilo colonial, fachada azul y grandes ventanales y balaustradas, la recuperación de un proyector y el acercamiento a sitios distintivos de la geografía espirituana como Domo de Zaza, en La Sierpe, u Hornos de Cal, en la capital provincial, sobresalen entre las acciones emprendidas en los últimos tiempos.
Estamos trabajando en símbolos identitarios del territorio, en el mono prehistórico, en las formaciones de lugares como Cabaiguán y la intención no es enmarcarnos sólo en el municipio donde se localiza la edificación, sino expandir nuestros estudios al resto de esta región central, salirnos del contexto local, subrayó.
En los empeños por atraer a un público cada vez mayor, Danay Marín Echemendía, conservadora del museo, refirió que, de la mano del museólogo y las veladoras, se labora, además, en la exhibición de otras especies.
Nos hemos enfocado en la sala número uno de Minerología, Petrografía y Paleontología y para contrarrestar los daños que puedan causar la humedad o las plagas, hemos trasladado algunos de los espacios, detalló.
Apuntó que en el área de los peces, anfibios y reptiles sumaron otros exponentes y colocaron una vitrina que facilita la visualización y, a la vez, una mayor protección de las piezas; en tanto, en la sala de los mamíferos se promueve una mejor interacción con los espectadores.
Álvarez Rojas y Marín Echemendía insistieron en que se trata de un trabajo complejo, sobre todo, en medio de las fuertes limitaciones de recursos.
La edificación se ubica muy cerca de otros inmuebles de alto valor patrimonial como la Biblioteca Rubén Martínez Villena, la Casa de Cultura Osvaldo Mursulí y el Museo Provincial General.