La Habana, 17 ago (ACN) La dinámica demográfica cubana se caracteriza por el decrecimiento natural de su población, lo cual se traduce en que son más quienes mueren que los que nacen.
Recientemente, Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), precisó que se calculó que la población efectiva al finalizar el 2023 fue de 10 millones 055 mil 968 habitantes.
Explicó que se registra en los primeros meses del año en curso una contracción de los nacimientos y ha continuado el movimiento de personas hacia el exterior, motivo por el cual el número de habitantes en Cuba es menor de 10 millones de personas y debe seguir decreciendo.
Ante esa situación, a la que se suma que el 24, 4 por ciento de la población suma 60 años y más de vida, expertos de las Ciencias Sociales asesoran el comportamiento de esos indicadores y evalúan posibles maneras de revertirlos.
Desde el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (Cedem), Antonio Aja Díaz, su director, afirmó que desde que en 2022 se actualizó la Política para la Atención a la Dinámica Demográfica del país, ese asunto se aborda en cuatro objetivos específicos.
Aja Díaz detalló que se persigue incentivar en lo posible los nacimientos, en correspondencia con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Insistió en que no se trata de una política pronatalista, pero sí se busca que las parejas tengan la descendencia que deseen en el momento que así lo estimen conveniente.
El director del Cedem enfatizó en que los nacimientos en Cuba no pueden ser sobre la base de la fecundidad adolescente, un tema que también es preciso enfrentar.
Puso como ejemplo a la provincia de Guantánamo que, si bien no fue de los territorios que más redujo su número de habitantes en 2023 y se acerca al reemplazo poblacional, pierde población por la migración interna y posee una elevada cifra de embarazos en la adolescencia.
El experto resaltó la importancia de estimular la calidad de vida de las personas envejecidas, donde figuran poblaciones vulnerables-por motivos de edad, sexo, convivencia - hasta la existencia y las condiciones de los hogares de ancianos, las casas de abuelos y los sistemas de atención a las familias.
Cuba necesita lograr que sus habitantes activos trabajen, pertenezcan o no a la tercera edad, afirmó.
Se ha modificado la Ley de Jubilación en función de que quienes aun siendo ancianos y desean recontratarse en puestos laborales para aportar económicamente, lo hagan, dijo Aja Díaz.
La nación y sus decisores deben analizar las causas que motivan a las personas a las migraciones internas y externas porque si bien la emigración internacional es un fenómeno mundial, en la mayor de las Antillas los habitantes también se mueven de un municipio a otro y entre provincias, de zonas rurales a urbanas, lo cual repercute en el diseño de la Estrategia de Desarrollo Económico y Social, anotó el director del Cedem.
Cada dato que aporta la ONEI es importante para conformar un mejor país, donde la población sea el objeto y el sujeto fundamental del desarrollo, puntualizó.
Los gobiernos locales, intendencias y observatorios demográficos con dominio de esas cifras podrán planificar y conocer el estado poblacional de sus territorios, señaló.
Realizó un llamado a la comunicación inteligente y efectiva de los datos que arroja la dinámica demográfica cubana, y que desde el manejo de fuentes oficiales se haga una lectura adecuada de ellos.