La Habana, 27 sep (ACN) La condena a las manifestaciones crecientes de fascismo a nivel mundial y los efectos de esa nociva ideología política centró un panel realizado en la Sala de Mayo del Pabellón Cuba de esta capital.
El debate, impulsado por el capítulo cubano de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, Casa de las Américas y otras instituciones de la sociedad civil, puso en perspectiva el peligro que representa el resurgir de ese flagelo a casi ocho décadas de su derrota por las fuerzas de la entonces Unión Soviética.
Enrique Ubieta Gómez, director de la Revista Cuba Socialista, explicó que este ascenso de posturas reaccionarias se debe principalmente al agotamiento de las democracias burguesas y el efecto de la pandemia del COVID-19, que evidenció la cara más despiadada del capitalismo internacionalidad y su incapacidad para dar respuesta a los serios problemas globales.
Señaló que dentro de esa rotura de las estructuras tradicionales y la batalla simbólica y cultural del imperialismo por conservar su hegemonía, el fascismo se alimenta del deseo de cambio de las mayorías, los cuales son inviables en un capitalismo neoliberal y conduce a posturas reaccionarias para la auto preservación del sistema.
En ese escenario, Cuba y Venezuela se erigen como baluartes de una alternativa distinta, por lo cual se dirige hacia ellas el asedio constante de las fuerzas de derecha, y por eso la necesidad de defender sus proyectos sociales en defensa de la humanidad, agregó.
Con este punto de vista coincidió Blanca Eekhout Gómez, diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela y Presidenta de la Comisión Permanente de Desarrollo de las Comunas, quién resaltó la resistencia y dignidad de Cuba ante el recrudecimiento de la ofensiva conservadora en la década de los 90 del pasado siglo como una inspiración que permitió el surgimiento de figuras como la del líder bolivariano Hugo Chávez Frías.
Alertó asimismo que la llegada al poder de movimientos reaccionarios no es una casualidad sino un plan para debilitar las identidades nacionales y acallar las voces que exigen un mundo multipolar y multicéntrico, que conducen solamente a la barbarie como quedó demostrado en las guarimbas y en la actualidad con el genocidio sionista en Palestina.
Michel Torres Corona, director de la Editorial Nuevo Milenio, recalcó que el fascismo, con su discurso supremacistas y discriminatorio, constituye el prototipo del Estado burgués en su máxima expresión de contradicción y violencia.
Sobre los intentos manipulados de equiparar el fascismo con el comunismo, apuntó que estás se aprovechan del desconocimiento y la ignorancia de las personas que usualmente no consultan los textos de la época fundacional del fascismo donde se define con claridad ideológica al comunismo como uno de sus principales enemigos.
Aseguró que en el plano de las ideas, en la disputa de sentidos y mentalidades que se quieren imponer muchas veces se obvia el papel del conocimiento y la cultura como armas fundamentales en esa batalla ya que la puesta en práctica de racionalidad y empatía humana basta para anular la brutalidad fascista.
Se trata no solo de enfrentar y criticar sino de proponer alternativas viables para la transformación social, acotó
Orlando Maneiro Gaspar, embajador de Venezuela en Cuba, enfatizó en la intensa guerra cognitiva desplegada que, apoyada en las tendencias desinformativas manejadas en redes sociales, han calado en la mente de la juventud.
Subrayó que tras esas maniobras subyacen los intereses imperialistas por el control estratégico de los recursos naturales y las reservas petroleras de su país.
De está manera, expresó el apoyo de la misión diplomática para reproducir eventos de ese tipo en otros espacios de debate en todos los territorios de la mayor de las Antillas y sumar así fuerzas a la iniciativa de Internacional Antifascista promovida por Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Presentes también en la sala la periodista argentina Graciela Ramírez, jefa de Corresponsalía de la Revista Resumen Latinoamericano en La Habana, José Ernesto Novaes, coordinador del capítulo cubano de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, y miembros Asociación Hermanos Sainz, entre otros.