Artemisa, 19 nov (ACN) A sus 33 años de edad, Luis Miguel Espinosa es uno de los linieros de la Empresa Eléctrica de Las Tunas que sin pensarlo dos veces viajó hacia el occidente cubano para ayudar en la recuperación del servicio tras el paso del huracán Rafael.
En Artemisa, provincia más afectada por el evento hidrometeorológico, junto a sus compañeros de brigada ha levantado postes, cortado árboles, solucionado averías en una línea de subtransmisión y ahora labora directamente en devolver la prestación a los vecinos del consejo popular Toledo, en el municipio cabecera.
Primero estuvimos unos días trabajando en La Habana, y después vinimos para acá; todo es difícil, pero hay que tirar para adelante, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias.
Luis Miguel ha encontrado la misma hospitalidad de su natal territorio de Amancio Rodríguez en una comunidad que cuantifica casi 900 viviendas dañadas, en diferente medida, por el huracán.
La gente es muy servicial y agradecida donde quiera que llegamos. No hemos tenido horario para trabajar; terminamos a las ocho, las nueve o las 10 de la noche porque lo más importante es que tengan de nuevo corriente, apuntó.
Llevo cinco años en la Empresa Eléctrica y mi familia sabe que cuando hay una contingencia de este tipo enseguida nos movilizamos y vamos para cualquier lugar, añadió y recordó los 38 días que permaneció en Pinar del Río luego del devastador huracán Ian, en septiembre de 2022.
Para Alexei Fernández Rosales, al frente de la brigada, la solidaridad dentro de Cuba es primordial, "porque somos una gran familia y tenemos que ayudarnos”, dijo.
Por eso no “pesan” los más de 700 kilómetros que separan al llamado balcón del oriente cubano con Artemisa.
El restablecimiento del servicio eléctrico marcha a poco más del 58 por ciento en la occidental provincia, según informó hoy la Presidencia.