Tuinucú, Sancti Spíritus, 18 nov (ACN) La optimización de tiempo y de recursos y el apoyo imprescindible de los aniristas para solucionar los problemas que entorpezcan la marcha de los trabajos son hoy los mejores aliados de los azucareros del central Melanio Hernández, de esta localidad, en la etapa de reparaciones y mantenimiento para la venidera zafra.
Radamés Rodríguez Palmero, administrador del ingenio que desde hace algunas campañas asume en solitario la producción de azúcar del territorio, puntualizó a la ACN que las labores más complicadas se concentran en los molinos, por el número de tareas a realizar y la envergadura de las mismas, en un sitio determinante para una contienda eficiente.
Allí tenemos los recursos y un colectivo reforzado con los hombres del Uruguay, que complementan una fuerza experimentada y con inyección de sangre joven, capacitada y dispuesta, agregó.
Rodríguez Palmero indicó que el otro frente de trabajo con más ajetreo es el de las dos calderas de vapor, las cuales quedarán con un volumen significativo de tuberías nuevas y ello garantizará la fortaleza del área para las venideras contiendas.
Elo Díaz, un especialista en calderas con más de 35 años de experiencia en ese frente, subrayó que también se avanza en la reparación de las cadenas de los conductores de bagazo, labores que estarán en tiempo, pues el sentido de pertenencia, la inteligencia y la entrega del equipo son una fortaleza.
La innovación es una gran aliada, explicó al tiempo que muestra como con fibras de caña brava o bambú, asbesto y cemento logran tablillas para el aislamiento térmico de las tuberías de agua caliente y las de vapor, una inventiva que alarga su vida práctica con probada eficiencia.
Otras acciones de gran envergadura se ubican en el frente de pailería, con jornadas laborales extendidas y aprovechando al máximo todos los recursos, para evitar contratiempos para la prueba y puesta en marcha del ingenio.
Mientras esto sucede en el núcleo del central, en el taller de maquinado los obreros asumen la recuperación y fabricación de piezas de repuesto y accesorios, como el cepillo donde se da el acabado y rectifican las cuchillas de los molinos y un torno donde se materializan muchas de las innovaciones.
Para Antonio Viamontes Perdomo, director de la Empresa Agroindustrial Azucarera Melanio Hernández, el colectivo de ese taller y cuanto allí se genera es una de las fortalezas de la entidad, pues ellos reparan, dan vida y obtienen elementos tanto para el ingenio como para la maquinaria, en sentido general.
Resaltó la confianza en los hombres vinculados a la reparación y al mantenimiento y en los que están enrolados, desde los más diversos puestos, en la preparación de la zafra venidera; en tanto, puntualizó su entrega y capacidad demostrada para arrancar la molida en la fecha prevista.