Nueva Gerona, 10 ene (ACN) En Isla de la Juventud, cumplir con los rigores de la vida militar es sinónimo de sacrificio y entrega, especialmente, para las mujeres, pero la Capitán Dayana Lawrence Núñez, jefa de Técnicas Especiales del Batallón de Tropas Especiales, manifiesta orgullo de servir a Cuba en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Siempre me atrajo la vida militar porque te prepara como pocas profesiones. En el ejército te formas en los más altos valores ético-morales, en la disciplina y en el trabajo en equipo. Por eso me incorporé al Servicio Militar Voluntario Femenino. Al concluirlo, a pesar de las varias opciones de estudio y trabajo que nos presentaron, decidí esta y capacitarme en técnicas especiales, expresó a la Agencia Cubana de Noticias.
Reconoció en la solidaridad y cooperación de sus compañeros el factor clave para enfrentar los desafíos que presupone el rigor de ser combatiente de las FAR, especialmente para las féminas.
Hace 20 años que visto uniforme verde olivo y, a lo largo de este tiempo, formé una familia, vi crecer a mis hijos y enfrenté retos. Pero mi profesión no ha sido impedimento para afrontarlos y salir airosa, sonrió.
Dayana se siente privilegiada por haber materializado sus sueños, tanto en el ámbito profesional como personal, le enaltece en sus años de servicio ver a muchos jóvenes, que como ella un día, optan por consagrarse a las FAR, a pesar de opiniones equivocadas en relación con la cotidianidad militar.
Creo que los jóvenes deben indagar más sobre todo lo que ofrece servir al país desde esta posición. Ser militar significa tener un alto espíritu de consagración, y vale la pena cuando constituye satisfacción. Por eso pretendo dedicarme al servicio activo todo el tiempo que me sea posible. Fue y es mi elección, de la que estoy muy orgullosa, afirmó sin medias tintas.
La historia de Dayana Lawrence Núñez refleja el compromiso, la dedicación y el orgullo de las mujeres en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, e inspiración para futuras generaciones.