La Habana, 23 mar (ACN) Además de contar desde hace casi seis décadas con un órgano destinado a resolver los litigios mercantiles de una manera rápida, eficaz, económica y reservada, Cuba dispone ahora de una norma jurídica atemperada a los retos de hoy en el campo del comercio exterior y la inversión extranjera.
La Corte Cubana de Arbitraje Comercial Internacional, adscrita a la Cámara de Comercio de la República, y que a mediados de enero fue renovada para el período 2025-2028, en aras de un mejor desempeño, será respaldada por el Decreto-Ley 87, de 2024, Sobre arbitraje y mediación de comercial internacional.
El país ha dotado a su empresariado de las reglas de arbitraje más modernas, siguiendo un patrón internacional, lo cual le impregna mayor seguridad jurídica a nuestros negocios, dijo recientemente en la Asamblea General de Asociados de la Cámara de Comercio el Doctor en Derecho Rodolfo Dávalos Fernández, ratificado como presidente del mencionado órgano en el acto de juramentación, efectuado a mediados de enero último.
También Oscar Pérez-Oliva Fraga, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), considera esa norma aprobada por el Consejo de Estado de "robusta, bien hecha, que jerarquiza la institucionalidad de la Corte, del arbitraje y de la mediación, y pone a la mayor de las Antillas acorde con estándares internacionales.
Para el titular del Mincex esa institución es imprescindible en el contexto actual y de estrecha vinculación con las actividades que dirige su organismo.
Sin dudas, contar con un órgano como este, compuesto por prestigiosos juristas en función de impartir justicia, es de gran valía, aseveró en la mencionada ceremonia, además de afirmar que constituye una fortaleza que para su desempeño dispongan del nuevo Decreto-Ley 87, de 2024.
En realidad, durante casi seis décadas la Corte cubana ha contribuido al perfeccionamiento de las relaciones comerciales y la cooperación económica de las entidades nacionales en sus vínculos con el extranjero; y a una mayor seguridad jurídica y transparencia.
El país necesita y valora mucho el trabajo que realiza en estos momentos complejos el importante órgano, dijo Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político y Primer Ministro, en el acto de juramentación de sus 30 árbitros y 10 mediadores para el período 2025-2028.
Incluso, en febrero de 2O22, durante la apertura del curso Introducción al estudio del Derecho de los Negocios Internacionales, en la sede de la Cámara de Comercio, el Jefe de Gobierno manifestó que Cuba no está encerrada en una burbuja.
"Como economía abierta estamos expuestos a las leyes del mercado y las consecuencias de cualquier error que cometamos; por tanto, tenemos que aprender a negociar, y a hacerlo bien", alertó entonces.
Marrero Cruz subrayó la necesidad de que nuestros negociadores y empresarios adquieran una cultura del contrato, pues por la falta de esta se han firmado contratos leoninos que favorecen a la parte extranjera, con afectaciones serias a los intereses de la nación.
Tal cual precisa uno de los Por cuanto de la nueva regulación, Cuba es signataria de la Convención Europea sobre Arbitraje Comercial Internacional, suscrita en Ginebra el 21 de abril de 1961 y vigente desde el 7 de enero de 1964; así como de la Convención de Naciones Unidas sobre el Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras, adoptada en Nueva York, el 10 de junio de 1958, y a la que se adhirió en 1974.
De acuerdo con el Ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, el Decreto-Ley 87 también puede contribuir a que La Habana se convierta de manera gradual en sede de procesos de arbitraje.