Versión de discurso | Foto: Estudios Revolución
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27 Septiembre 2024


Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el encuentro amistoso en ocasión de la visita a Cuba de To Lam, Secretario General del Partido Comunista y Presidente de la República Socialista de Vietnam, en el Hotel Nacional, el 27 de septiembre de 2024, «Año 66 de la Revolución»

Autor: Granma | internet@granma.cu

27 de septiembre de 2024 12:09:00
(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

 

Querido compañero To Lam, hermano de Cuba, Secretario General del Partido Comunista y Presidente de la República Socialista de Vietnam;

Queridos miembros de la delegación vietnamita  que acompaña al compañero To Lam;

Compañeras y compañeros de la dirección del Partido, el Gobierno, las instituciones cubanas;

Pioneros cubanos;

Invitados:

La visita del compañero To Lam nos alegra mucho, como pasa siempre que llegan a la casa los buenos amigos.  Continuar juntos en el camino hacia la construcción del socialismo como naciones hermanas, muy cercanas y comprometidas, es una motivación que se renueva con estas visitas.

Esa alegría por el encuentro no está exenta de tristeza.  Aquí quiero reiterarle nuestras sentidas condolencias y la mayor solidaridad del pueblo, el Partido y Gobierno cubanos, con el Partido, el Gobierno y su hermano pueblo vietnamita por los enormes daños causados tras el paso del tifón Yagi, el más potente de los últimos 30 años.

Quiero decirle que valoramos altamente que su delegación haya seleccionado a Cuba como segundo destino bilateral de una visita de Estado, luego de haber asumido el cargo de Secretario General del Partido Comunista de Vietnam.

Vietnam nos inspira.  Todas las delegaciones de alto nivel de su país que han visitado Cuba han dejado una huella importante en la consolidación de las relaciones entre nuestros partidos, gobiernos y entre los pueblos. 

Y esta visita, que ya es histórica por lo que dije antes, estoy seguro de que marcará un hito en el proceso de profundización de las relaciones políticas entre nuestras naciones y también en el incremento de la cooperación económica, mutuamente beneficiosa para los dos países.

Ocurre este encuentro, además, en el mes de septiembre, cuando celebramos el Aniversario 61 de la creación del Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur, el 25 de septiembre de 1963, cuya trayectoria e historia relató aquí la querida compañera Yolanda Ferrer, y los 51 años de la histórica visita del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a las zonas liberadas de Vietnam del Sur en septiembre también de 1973.  Nunca olvidaremos la imagen de Fidel enarbolando la bandera del Ejército Popular de Liberación de Vietnam.

Cuba y Vietnam son un ejemplo de hermandad que el tiempo se ha encargado de fortalecer.  Por más fuertes que soplaron los vientos, o justamente por eso, nuestras naciones han sabido cultivar y enriquecer el hermoso legado de amistad y solidaridad del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, máximo líder de la Revolución Cubana, del General de Ejército Raúl Castro Ruz y el entrañable camarada Ho Chi Minh.

Por eso creo que es deber de quienes sostenemos ese legado, transmitir a las nuevas generaciones la fuerza y la nobleza de la historia que guarda episodios tremendos y únicos de cómo se forjó esa hermandad, para que la reproduzcan, la consoliden, la alimenten y la hagan persistir en el tiempo de generación en generación.

Resulta determinante en la salvaguarda de esa memoria histórica el testimonio de los cubanos que estudiaron en Vietnam y los hermanos vietnamitas que vinieron a estudiar a Cuba, porque todos forman parte del proceso de consolidación y desarrollo de cada una de nuestras naciones.

También son significativas las vivencias de constructores, médicos, maestros, ingenieros cubanos que ayudaron a reconstruir el país después de la guerra y los corresponsales de aquellos épicos años, que tienen un lugar muy especial en el patrimonio del cine cubano, gracias al cual Cuba conoce y siente como parte de su propia historia la colosal epopeya del pueblo de los anamitas para que se lograra, como se ha logrado, convertir a un país devastado por varias guerras en la nación diez veces más hermosa que soñó Ho Chi Minh.

Cuba sigue con admiración, respeto y alegría los éxitos económicos y sociales del proceso de renovación iniciado en 1986 y que estará dentro de poco cumpliendo 40 años.  El Doi moi es la demostración palpable de cómo se construye una sociedad mejor con toda la confianza del pueblo en su Partido, Gobierno y en sus dirigentes.  Y, fundamentalmente, es la prueba más fehaciente de que existen posibilidades reales de construir el socialismo en naciones como las nuestras, siempre de acuerdo con las características de cada país.

Agradezco el invariable respaldo del Partido, el Gobierno y el pueblo de Vietnam en la lucha de los cubanos contra el injusto bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos, que acumula más de seis décadas y que en los últimos cinco años se ha recrudecido brutalmente, afectando a todos los sectores fundamentales de la economía, como el turismo, la exportación de servicios médicos, la energía, las remesas, entre otros, y con la inclusión de Cuba en una espuria e injusta lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo.

En la infatigable lucha de Cuba contra ese criminal cerco, no olvidaremos nunca las incontables muestras de solidaridad del pueblo de Vietnam, a través de sus organizaciones de amistad en todo ese país, el gesto de quienes reconocen a Cuba como su segunda patria después de formarse aquí como profesionales, y el altruismo de sus pioneros que hacen artesanías para recaudar fondos para la construcción de una nueva escuela en ese pedacito de Vietnam en Cuba que es la comunidad Ben Tre, en el municipio Bauta, de la provincia de Artemisa.

A esa solidaridad los cubanos respondemos con profundo agradecimiento, respeto y admiración por el pueblo de Vietnam.  Es en ese espíritu que debe concretarse muy pronto una hermosa idea: la Cátedra Ho Chi Minh, para estudiar y divulgar en Cuba el pensamiento del líder vietnamita y sus puntos comunes con el pensamiento de Martí y el pensamiento de Fidel.  La sede inicial será la Universidad de La Habana, pero el sueño es que exista una filial en cada sede universitaria cubana.  En ese noble proyecto contamos con el apoyo de la Unión de Organizaciones de Amistad de Vietnam.

Ho Chi Minh es símbolo del patriotismo y el heroísmo revolucionario del pueblo vietnamita; ejemplo de moral e inteligencia, y, en el actual contexto, es más necesario que su pensamiento se extienda, tanto para fortalecer el orgullo nacional como para divulgar al mundo la siempre inspiradora imagen de Vietnam, su gloriosa historia, su rica cultura y su inmenso amor a la paz.

Durante la visita a Cuba en abril de 2023 de una delegación de la Asamblea Nacional de Vietnam, se efectuó una ceremonia de cambio de nombre al parque habanero donde fue erigido, 30 años atrás, el hermoso monumento al presidente Ho Chi Minh, que usted y su delegación, estimado Presidente, visitarán a continuación.  Desde entonces se llama Parque Ho Chi Minh, aunque ya el pueblo lo nombraba así antes con igual respeto.

Los cubanos agradecemos, y tal vez algunos desconocen, que la primera ciudad en todo el mundo con una plaza llamada Fidel Castro Ruz está en la provincia de Quang Tri, en la ciudad de Dong Ha, cuya inauguración tuvo lugar el 15 de septiembre de 2018, justo cuando se cumplieron 45 años de la presencia de Fidel en esa región vietnamita.

Nuestros líderes viven eternamente en el corazón de sus gentes; no solo en monumentos, en libros o discursos; viven en sus obras, en el pensamiento y las ideas que nos legaron, y en los sueños de construir naciones cada vez más hermosas y humanistas.

Todas estas son razones suficientes para reiterar hoy aquí, junto a ustedes, el deseo de que la hermandad entre nuestros dos países se consolide aún más con el paso del tiempo; que crezca y se profundice en todos los sectores, y que haga más fuerte y seguro el camino de la construcción socialista, bajo la guía certera del Partido Comunista de Cuba y del Partido Comunista de Vietnam.  

¡Que sigamos juntos progresando en bien de la paz, la independencia, la democracia y el socialismo próspero y sostenible que merecen nuestros pueblos!

¡Viva por siempre la profunda, noble y genuina amistad entre Vietnam y Cuba! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Viva por siempre el legado entrañable de Ho Chi Minh y Fidel Castro que abraza a nuestras naciones! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

¡Viva el socialismo! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)

Y, como siempre, ¡Cuba y Vietnam unidos vencerán! (Exclamaciones:  “¡Unidos vencerán!”)

Muchas gracias (Aplausos).