Camagüey, 6 dic (ACN) A partir del trabajo de las fuerzas conjuntas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), la Dirección Técnica de Investigaciones (DTI) y la Unidad Provincial de Instrucción Penal, en permanente vínculo con el pueblo, se recuperaron y entregaron a las víctimas un grupo de bienes sustraídos como parte de varios hechos de robo con fuerza y con violencia.
El mayor Yoel Fontes Muñoz, instructor penal de la Unidad Provincial de Instrucción Penal, explicó que tras las denuncias se logró la detección de los ciudadanos involucrados, los cuales durante los interrogatorios confesaron el lugar donde se encontraban los objetos.
De esa manera, afirmó, se recuperaron algunas pertenencias como lavadora semiautomática, olla, cocina, computadora portátil, televisor, ventilador, baterías de motorina, entre otras.
Por su parte el mayor Alejandro Socarrás Céspedes, especialista de la Línea de Enfrentamiento Criminal de la DTI, agregó que como parte de las acciones para enfrentar y cortar la cadena delictiva, se evidenció la participación de varios jóvenes en los hechos ocurridos principalmente en los repartos San Antonio, Van Horne, Jayamá, Julio Antonio Mella y Garrido, en la ciudad de Camagüey.
De igual manera, se operó contra un grupo de individuos que aprovechaban el horario nocturno para agredir físicamente y amenazar con armas blancas a personas que transitaban por la vía pública para despojarlos de sus teléfonos móviles, carteras y dinero en efectivo.
Precisó el mayor Fontes Muñoz que actualmente los autores se encuentran bajo la medida cautelar de prisión provisional.
Laritza Rodríguez Batista, residente en el reparto Julio Antonio Mella, al recibir algunos de los objetos sustraídos de su vivienda, agradeció la ardua labor de los oficiales del Ministerio del Interior para recuperar objetos de gran valor, por lo que merecen el reconocimiento de todo el pueblo.
Al destacar su gratitud por la efectividad en el enfrentamiento a estos hechos, Adelaise Pérez Arredondo, vecina del reparto Jayamá, insistió en la necesidad de revitalizar la guardia cederista, como una manera de cerrar filas contra el delito.