Bayamo, 26 jul (ACN) Por el tiempo vivido y las veces que había estado en territorio de la actual provincia de Granma, el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz se consideraba granmense.
Una investigación realizada por el Máster en Ciencias Ludín Fonseca García, historiador de la ciudad de Bayamo, reseña 56 visitas, de las cuales tres fueron para presidir actos nacionales en conmemoración de los correspondientes aniversarios de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953.
La primera de esas inolvidables ocasiones tuvo como escenario la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, aun en proceso de construcción en El Caney, en el hoy municipio de Bartolomé Masó.
Corría el año 1960 y al escuchar el ruido de un helicóptero, miles de ojos siguen atentos su aterrizaje y, una vez detenido el motor, ven descender al Comandante en Jefe, a quien reciben con prolongados aplausos.
El primer módulo o unidad de dicho complejo educacional quedaría inaugurado ese propio día, en el séptimo aniversario de los sucesos protagonizados por la Generación del Centenario, bajo las órdenes de Fidel.
Publicaciones de la época aseguran la presencia en el lugar de más de un millón de hombres y mujeres procedentes de toda Cuba, los cuales llegaron en ómnibus, camiones, vagones de ferrocarril o a pie.
Junto a ellos participaron invitados extranjeros deseosos de comprobar con sus propios ojos lo que ocurría en la isla, entre ellos Lu Shu-Chang, viceministro de Comercio Exterior de China, y Jacobo Árbenz, ex presidente de Guatemala.
Tras concluir un prolongado desfile, subió al estrado, con uniforme gris y boina negra, el niño campesino Ciro Rodríguez, quien habló del orgullo de todos los alumnos por la construcción de una escuela para miles de inantes, adolescentes y jóvenes de las zonas montañosas, que antes no tenían posibilidad de estudiar.
Al cumplir el principal deseo de los reunidos y dialogar con ellos, Fidel destacó la emoción y el aliento que significó alcanzar la meta constructiva prevista para la fecha.
Transcurriría el tiempo y luego de la creación oficial de la provincia de Granma, en 1976, sus habitantes estaban enfrascados en desarrollar la educación, la salud pública, la economía, la agricultura y la agroindustria azucarera, donde resaltaban buenas zafras como la de 1981-1982, cuyos resultados contribuyeron a ganar la sede del 26 de Julio en el último año indicado.
El Comandante en Jefe dirigió entonces la palabra a los miles de personas congregadas frente a la tribuna de la explanada construida para la ocasión, a la cual propone nombrar Plaza de la Patria, moción que fue aprobada con un fuerte sí y aplausos.
Además de enumerar las razones por las cuales se escogió al territorio para conmemorar el aniversario 29 de la gloriosa efeméride, en su extenso discurso Fidel subrayó la rica y hermosa historia de la joven provincia, e inquirió: ¿Cómo podría escribirse la historia de Cuba sin la historia de Granma?
Más de dos décadas después, en 2006, volvió a celebrarse en Bayamo el Día de la Rebeldía Nacional, con el líder de la Revolución próximo a cumplir los 80 años de edad.
Su cabello ya no era negro, sino gris, y tanto en la piel del rostro como en las manos afloraban manchas oscuras; pero los gestos y la voz no habían perdido vigor.
Al mar de pueblo que, vestido de rojinegro, se dio cita desde horas de la madrugada en una remozada Plaza de la Patria, el Comandante en Jefe ofreció información actualizada sobre la provincia, Cuba y el mundo, todo aderezado con una magistral clase de historia.
Entre otros hechos icónicos, resaltó que en tierras granmenses comenzó la primera guerra por la independencia de la mayor de las Antillas, en 1868, y fue derrotada la última ofensiva de la tiranía pronorteamericana de Fulgencio Batista, en 1958.