La Habana , 8 nov (ACN) Como consecuencia del paso del huracán Rafael, de forma preliminar 178 instituciones sanitarias de La Habana , Artemisa y Mayabeque sufrieron daños en su estructura , pero se mantiene la vitalidad de los servicios médicos.
Según trascendió en el Consejo de Dirección del Ministerio de Salud Pública, Artemisa, el territorio con mayores afectaciones por el fenómeno meteorológico, acumula hasta la fecha el 63,5 por ciento de las afectaciones, en 113 instituciones de Salud.
Presidido por el titular del sector, doctor José Ángel Portal Miranda, la estructura evalúa con sistematicidad los principales daños e impactos del huracán y coordina acciones de recuperación en el Sistema de Salud.
Los daños más visibles resultan en instituciones de la región occidental: pérdidas de carpintería y cristalería en los centros, desprendimiento de mantas y cubiertas de techo, falso techos afectados, así como las redes hidráulicas.
A pesar de ello , los servicios de Salud de la mayor de las Antillas se mantienen con vitalidad tras los embates del huracán Rafael, para dar cobertura a las urgencias y emergencias en los territorios afectados.
Portal Miranda resaltó la entrega y consagración de los profesionales de batas blancas, con una labor destacada en los tensos momentos de enfrentamiento al huracán y durante todo el proceso de recuperación.
De acuerdo con el sitio web del Minsap, reiniciarán las actividades docentes este lunes 11 de noviembre para las universidades de Ciencias Médicas del país, exceptuando la provincia de Artemisa.
El territorio mantendrá la formación por rotaciones en los estudiantes de tercer a sexto año y, en la medida que vaya recuperando su vitalidad, podrá incorporar a los de primer y segundo año de las especialidades, los del ciclo corto y de las carreras técnicas en las casas de altos estudios de la Salud.
Autoridades sanitarias visitan y mantienen una comunicación sistemática con directivos y trabajadores de los centros afectados para acompañar en las labores de recuperación, garantizar el abasto de agua, el funcionamiento y cobertura de grupos electrógenos, la disponibilidad de gas y oxígeno y la organización de los servicios en hospitales y policlínicos para continuar una atención médica de calidad a la población.