Pinar del Río, 7 nov (ACN) Las lluvias y vientos del huracán Rafael, que pasó por el occidente cubano con categoría tres en la escala Saffir- Simpson, no ocasionaron afectaciones de magnitud a Pinar del Río.
Gerald Miguel Malagón, director del Centro Meteorológico Provincial, explicó que las principales rachas de vientos se reportaron en el municipio de La Palma, con 82 kilómetros por hora; en Paso Real de San Diego, en Los Palacios (70 kilómetros por hora) y Santa Lucía, en Minas de Matahambre (64 kilómetros por hora).
Casi no llovió en Vueltabajo y el mayor acumulado en 24 horas, hasta las siete de la mañana de hoy, se registró en La Palma, con 30.4 milímetros.
Yamilé Ramos Cordero, presidenta del Consejo de Defensa Provincial, apuntó en reunión de ese órgano que actualmente las comisiones de evaluación de daños trabajan en los territorios y llegan hasta los consejos de defensa de zona.
Dijo que el territorio se preparó para evitar pérdidas de vidas y se cumplieron todas las medidas de prevención.
Se evacuaron 25 mil 352 personas por residir en zonas de riesgo, y ya regresan a sus hogares, detalló.
Julio César Rodríguez Pimentel, jefe del subgrupo de Agua, apuntó que los embalses se encuentran al 94 por ciento de su capacidad de llenado y 11 vierten.
Asimismo, se trabaja en el montaje de 21 estaciones de bombeo que se habían desinstalado para su protección, por la amenaza que significaba el evento hidrometeorológico.
La agricultura retoma sus actividades de la actual campaña de frío de cultivos varios; no hay afectaciones en la infraestructura de comunicaciones por el evento hidrometeorológico.
Varios grupos de trabajo de diferentes organismos se trasladarán hacia las provincias de Artemisa, Mayabeque y La Habana para apoyar en las labores de recuperación.
Cuatro brigadas médico- quirúrgicas están listas en Vueltabajo para prestar servicios en Artemisa, de ser necesario, aseveró Sandra Ramírez, jefa del grupo de Salud.
Ante la actual emergencia energética, en la provincia se activaron los microsistemas aislados para garantizar la vitalidad de los servicios de los hospitales provinciales, el abasto de agua y las comunicaciones.