Nueva Gerona, 8 dic (ACN) Con más de 120 años de historia, la Iglesia Evangélica Luterana del poblado de Cocodrilo, en el extremo sur de Isla de la Juventud, se erige como la primera de su confesión en Cuba.
A pesar de su estado maltrecho y en desuso, esta edificación es un testimonio vivo de la fe y la perseverancia de sus fundadores.
Este templo fue construido por vecinos del lugar, provenientes de Islas Caimán, quienes se asentaron en esa remota región.
Sin embargo, el impulso decisivo para levantar el inmueble provino de un matrimonio alemán que, durante una visita al territorio pinero, se interesó por las inquietudes religiosas de los residentes. En aquel entonces, el acceso al pequeño caserío solo era posible por mar.
Conscientes de la necesidad de un lugar de culto, el matrimonio acordó la construcción de la Iglesia de Confesión Luterana utilizando materiales locales y técnicas tradicionales caimaneras. En el fondo del templo, se habilitó una "escuela dominical", donde la esposa del pastor impartía clases bíblicas y enseñaba a leer y escribir a los niños mientras sus padres asistían a los sermones, todos en inglés.
Con el paso del tiempo, se estableció otra iglesia luterana en Nueva Gerona, que actualmente alberga el Archivo Histórico Municipal. Este nuevo santuario era atendido por el sínodo de Missouri, en Estados Unidos.
El pastor viajaba cada domingo a bordo de una avioneta junto a su esposa para oficiar el sermón en Cocodrilo y dirigir la escuela dominical. Hoy, aún se pueden observar los restos de la pequeña pista de aterrizaje.
Hasta los años 80 del siglo XX, la iglesia evangélica luterana de Cocodrilo permaneció activa. Sin embargo, el paso del tiempo y los implacables huracanes han dejado su huella en la añeja construcción, que se resiste a derrumbarse. En la actualidad, clama por atención y cuidado para preservar el legado histórico y cultural que atesora.