Iglesia de Nueva Gerona: Testimonio de fe y resiliencia

Compartir

ACN - Cuba
Linet Gordillo Guillama | Foto: Ana Esther Zulueta
104
16 Febrero 2025

Nueva Gerona, 16 feb (ACN) La Iglesia Nuestra Señora de los Dolores y San Nicolás de Bari —ubicada en el centro histórico de esta ciudad cabecera en Isla de la Juventud—, es un elemento indispensable de la arquitectura local símbolo perdurable de la herencia cultural española en Cuba y testimonio de fe y resiliencia.

   Este histórico templo tiene sus raíces en el siglo XVIII, cuando, el 15 de septiembre de 1788, se erigió la primera capilla en el hato de San Antonio de los Almácigos, en el centro de la entonces Isla de Pinos.

   Entre 1837 y 1842, el santuario fue trasladado a la villa de Nueva Gerona tras la fundación de la colonia Reina Amalia en 1830, su primera edificación fue de madera y guano, elementos perecederos que sucumbieron a incendios y huracanes.

   El 30 de mayo de 1859 el templo fue reconstruido con paredes de mampostería y techo de tejas, sentando las bases de su estructura duradera. El actual diseño, al estilo mexicano colonial, data de 1929.

   Los valores patrimoniales y arquitectónicos, así como la riqueza histórica y cultural hacen que este sitio destaque entre el conjunto de edificaciones, en el se encuentran documentos históricos, así como el legado de personalidades que oficiaron allí y destacados feligreses, quienes contribuyeron a su preservación y vida espiritual.

   Cuando el 20 de octubre de 1926 un devastador huracán arrasó el territorio pinero y derribó totalmente la iglesia, la comunidad —gracias a la iniciativa de las familias más influyentes de la sociedad pinera de entonces— se unió una vez más para reconstruir el templo, y junto a su ubicación, levantar el colegio católico San José, actual escuela secundaria básica “José Rafael Varona”.

   Un capítulo destacado en los anales de la iglesia es la figura del párroco Guillermo Sardiñas, quien en 1957 se unió al Comandante en Jefe  Fidel Castro Cruz en la Sierra Maestra, por sus méritos en la lucha insurreccional cubana obtuvo los grados de Comandante y dejó un legado imborrable en la memoria de los locales.

   Cada piedra, cada documento y cada memoria que alberga el templo contribuye a mantener viva la cultura y el espíritu de este rincón insular, por tanto, la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores y San Nicolás de Bari no es solo un lugar de culto, sino también un testimonio vivo de la fe, la historia y la perseverancia del pueblo.