Sancti Spíritus, 31 dic (ACN) A 66 años de la batalla de Yaguajay, uno de los hechos más trascendentales de la última etapa insurreccional en Cuba, en la hoy provincia de Sancti Spíritus aún se escuchan los ecos rebeldes de aquel diciembre de 1958 marcado por la liberación de poblados y ciudades y que conduciría al triunfo definitivo.
Aunque desde mucho antes ya se sentía la actividad revolucionaria en esta región, la llegada en octubre de ese año de las columnas invasoras número dos Antonio Maceo, al mando del Comandante Camilo Cienfuegos, y la ocho, bajo las órdenes del también Comandante Ernesto Che Guevara, constituyeron un hecho sin precedentes en la consolidación de la guerra.
Al Señor de la Vanguardia no le resultó difícil integrar bajo el Frente Norte de Las Villas a los grupos que operaban en la actual zona de Yaguajay; sin embargo, el combatiente argentino-cubano tuvo que desarrollar una dura labor ideológica para aglutinar a los diferentes movimientos.
Banao fue el primer asentamiento de este territorio que cayó en manos del Ejército Rebelde el 5 de diciembre de 1958 y, luego, el Puesto de la Marina en Tunas de Zaza, Guasimal, Mapos, Natividad, Taguasco.
Con el avance imparable de la lucha y el apoyo popular, se iba cercando también Sancti Spíritus, localidad sobre la que se lanzó el día 20 el capitán Eramos Rodríguez, nombre de guerra de Armando Acosta Cordero, con su pelotón número seis de la Columna ocho hasta que el 23 se convirtió en la primera ciudad grande en ser liberada, según recogen los investigadores.
En esta acción participó además un comando del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, lidereado por el capitán espirituano Julio Pérez Castillo; mientras, el día 18 había tenido lugar la toma de Fomento, el 22, la de Cabaiguán y, algunos días más tarde, la de la otrora villa de Trinidad.
Pero en la zona norte del territorio Camilo y sus hombres protagonizaron otra proeza, pues luego de ocupar comunidades como Mayajigua, el Señor de la Vanguardia inició el ataque al cuartel de Yaguajay y después de varios días de asedio, en lo alto del edificio, apareció una bandera blanca el propio 31 de diciembre.
Al capitán Alfredo Abon Lee, jefe del puesto militar, le resultaba imposible soportar más la ofensiva de los barbudos y NO le quedó más alternativa que presentarse ante el guerrillero que pasaría a la historia como el Héroe de Yaguajay: “Comandante Cienfuegos (…) aceptamos la rendición incondicional”.
Muy cerca del sitio donde se produjo una de las victorias más importantes de la gesta libertaria y donde se erigen hoy la Plaza de la Revolución, el museo y el mausoleo que componen el Complejo Histórico Comandante Camilo Cienfuegos se conservan varios elementos que recuerdan la osadía del hombre del sombrero alón y su tropa legendaria.
Con las victorias de Yaguajay y Santa Clara quedaba en manos rebeldes la región central de la Isla, una tierra a la que pocos meses antes habían arribado Camilo y el Che para extender la guerra y en la que su presencia sigue viva, a 66 años de la hazaña de finales de 1958.