Me gusta enseñar y por eso regresé a las aulas

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ACN - Cuba
Yamilka Álvarez Ramos I Foto de la autora
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02 Septiembre 2024

Guantánamo, 2 sept (ACN) Las ganas de seguir enseñando y las fuerzas que aún la acompañan para hacerlo, motivaron la reincorporación de la maestra Marta Decós Fras, una guantanamera de 67 años que en 2019 decidió su retorno a las aulas, en el seminternado 2 de diciembre, de esta ciudad.

   La jubilación le llegó en la Escuela de Arte, antes había trabajado en el seminternado  Clodomira Acosta, del reparto Obrero y estaba  sentada en la casa, pero Orlando, el director de la “2 de diciembre” la convidó al regreso, a seguir aportando a la educación, entonces lo pensó y volvió.

  Recuerdo que me dijo que me necesitaba y yo estaba dudosa, enfrentarme a un nuevo colectivo para mí era un poco engorroso, pero eso lo superé con el transcurso del tiempo y todo ha fluido, soy una trabajadora más, sin tachaduras, soy maestra de sexto grado e imparto las asignaturas de humanidades (Historia de Cuba, Lengua Española y  Educación Cívica).

  El compromiso y la responsabilidad de Martha con el trabajo y sus alumnos se evidencian en su diario traslado de un extremo a otro de la ciudad para estar temprano en su puesto laboral: a las seis de la mañana abordo la guagua de la Fábrica de Muebles y como a las seis y cuarto ya estoy en la escuela, soy una de las primeras que llega.

  Siempre me ha gustado cumplir para que no me llamen la atención y realmente me siento contenta y satisfecha del trabajo que realizo, me dice orgullosa.

  De su aporte a la preparación de jóvenes maestros que la han acompañado, refiere que les transmite sus conocimientos, les enseña sobre la planificación,  el plan de clases, la revisión de las libretas, cómo llevarle el contenido a los alumnos, la relación alumno-maestro.

  Enfatiza en la disciplina, la llegada temprano, lo que hay que hacer como maestro, insertarse en las actividades, todo eso se lo enseño a mis prácticas docentes, que se van satisfechos, les hago un aval y entonces lo llevan para su escuela.

  Sus éxitos como educadora trascienden y la enorgullecen: el curso pasado tuve dos alumnos vanguardias en concursos nacionales, uno ganó medalla de oro en Historia de Cuba y la otra niña en Lengua Española obtuvo medalla de bronce, fue tremenda alegría.

  ¿Qué disfruta Martha como maestra? Que mi aula sea vanguardia, la mejor, que mis alumnos se expresen correctamente pero que también los vea con esa actitud de avanzar, porque hay algunos que no prestan interés, me gusta que el niño esté motivado, que se preocupe por estudiar, por hacer los trabajos integradores, que lo discutan correctamente para que obtengan buenos resultados en sus evaluaciones.

  Agrega que además la emociona que la vean y reconozcan sus estudiantes: yo me caí y me fracturé el brazo y al llegar al cuerpo de guardia del hospital un médico vino y me dijo “profe, no me recuerda?,  pero como ellos van cambiando, no lo reconocía, era uno de mis ex alumnos,  me entró, me atendió con mucho cariño, me recordó que siempre fui muy recta y me contó que cumplió misión internacionalista, tiene su casa, sentí una gran satisfacción.

  Este inicio de curso lo viví muy alegre, los padres me dijeron que tenían buenas referencias de mí, me comentaban qué bueno que cayó con usted, nos sentimos muy contentos y los alumnos preocupados, porque dicen que soy exigente, sonríe.

  Vivo con una de mis dos hijas, que se hizo abogada, mi esposo murió y somos nosotras dos nada más, entonces yo me sentía sola también en la casa.

 ¿Cuánto tiempo más estará Martha en las aulas? No sé, porque realmente tengo todavía mucho espíritu y ese ánimo y como me gusta tanto enseñar, eso para mí es lo más lindo.