Puerto Esperanza, Pinar del Río, 6 nov (ACN) Hace dos años Maibelín Díaz Rodríguez y su madre Brunilda acogieron en su pequeña vivienda a vecinos del barrio La Camorra, del consejo popular Puerto Esperanza en el pinareño municipio de Viñales, que necesitaron protección por el paso del huracán Ian.
Por allí salió al mar ese evento hidrometeorológico que provocó cuantiosas afectaciones al fondo habitacional, de las cuales se ha podido recuperar el 63 por ciento de los casos; y que todavía permanece en la memoria de los lugareños.
Hoy, cuando el huracán Rafael representa un peligro para esa localidad costera, asumen el mismo principio de solidaridad que las ha caracterizado en este tipo de contingencias, porque su morada es de cubierta sólida y quieren acoger a todos cuantos puedan.
Cuando sucede cualquier hecho de estos hay que brindar lo que tenemos y no lo que nos sobra. Esa es mi consigna, aseveró Brunilda, de 71 años de edad.
Un ciclón no se puede llevar la bondad de la gente, y aquí buscamos recursos para enfrentar este huracán y estamos dispuestos a compartirlo todo hasta que se acabe; nos sale del corazón , puntualizó con el carbón listo para comenzar a cocinar los alimentos.
Ya hemos pasado unos cuantos ciclones en la casa, y gracias a Dios nunca nos ha pasado nada malo, refirió Maibelín, de 50 años de edad.
En Puerto Esperanza se han evacuado 941 personas, la mayor parte de ellos en casas de familiares y amigos, y ocho encamados en la sala de rehabilitación.
Hasta esa comunidad llegaron Jorge Luis Broche Lorenzo, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su departamento económico- productivo; Yamilé Ramos Cordero, presidenta del Consejo de Defensa Provincial; y autoridades del municipio para constatar las labores de preparación ante el huracán Rafael.
Una brigada médico- quirúrgica apoya las prestaciones sanitarias allí y el policlínico Nazareno González mantiene la vitalidad de sus servicios.