Artemisa, 25 oct (ACN) El proyecto comunitario Arte vivo, con sede en el Consejo Popular Habana Libre, en el artemiseño municipio de Caimito, recibió este martes el Premio del Barrio, máxima distinción que otorgan los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

   Yenadis Díaz Yera, instructora de arte y una de las gestoras de proyecto, recibió el reconocimiento de manos de Julia Durrutí, vicecoordinadora de los CDR, y Ania Thonson, coordinadora en la provincia.

   Díaz Yera comentó a la Agencia Cubana de Noticias que la inciativa  surgió hace unos 14 años, tras el cierre del central Habana Libre, principal fuente de empleo de la zona, lo cual provocó el éxodo de  vecinos, desempleo y pérdida paulatina de las tradiciones.

   Como proyecto sociocultural definido data de 2011 e integra  a la población de la comunidad  a la danza, el teatro, la música y las artes plásticas.

   Por tal razón, subrayó, Arte vivo se convirtió en vehículo para recuperar costumbres, instruir, elevar la calidad de vida de la población y sumarla al desarrollo social.

   Resaltó el papel de las escuelas como centros culturales de la demarcación; además, tuvo su génesis en actividades que se realizaban en la escuela primaria Jorge Camilo Torres Restrepo.

   La esencia, enfatizó, es brindarle una alternativa de desarrollo y recreación ante la carencia de opciones.   

   De acuerdo con la también instructora de arte en la especialidad de danza, el proyecto ha ayudado a niñas y niños a vencer el miedo escénico, mejorar en las clases y alimentar sueños; y ese, insistió, es el premio principal.

   Dayana Ruiz Rodríguez es la mamá de Angy, una niña muy tímida; una vez se integró al proyecto cambió por completo; baila sin complejos; y ha salido del municipio a demostrar lo que ha aprendido, una experiencia importante en su vida.

   Ruiz Rodríguez es instructora de artes plásticas; tuvo la oportunidad de apoyar la inciativa en sus inicios y siempre le estará agradecida por el aporte a la educación de las nuevas generaciones.

   Yoselín Suárez Rodríguez cursa el sexto grado; contó la ACN que ha aprendido a compartir, a trabajar en grupo; en tanto Angely Guerra Torres, alumna de octavo grado, se sumó cuando inició la primaria; además de bailar y actuar, quiere ser abogada.

   Arte vivo trasciende el tiempo; involucra a la familia; demuestra la capacidad transformadora del ejercicio artístico; y la validez de la cultura en el mejoramiento humano.