Bayamo, 2 ene (ACN) Una representación de juventud y pueblo, junto a las autoridades políticas y gubernamentales de la provincia de Granma, recordaron hoy la entrada a esta histórica ciudad del líder revolucionario Fidel Castro y su gloriosa Caravana de la Libertad, hecho acaecido en igual fecha, pero de 1959.
En el aniversario 66 del suceso, que marcó el inicio de una nueva etapa en la historia del país, ciudadanos de distintas edades protagonizaron un acto político-cultural en la emblemática Plaza de la Revolución, primera de Cuba con ese nombre, tras ser bautizada así, en el año 1868, por el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes.
¡Orgullo muchachos!, revivimos un hecho muy significativo para nuestra Revolución, refirió en su perfil institucional de la red social Meta la Federación Estudiantil Universitaria de la casa de altos estudios del territorio.
En la propia plataforma, miembros de la Asociación Hermanos Saíz destacaron su presencia en la rememoración, y ratificaron la decisión de mantener firmes los ideales revolucionarios.
Asimismo, consideraron el espacio como momento oportuno para dar la bienvenida a otros dos integrantes de la vanguardia artística joven en la oriental provincia.
Previamente, los pioneros y bisoños destacados que reeditaron la Caravana, intercambiaron en el municipio de Jiguaní con combatientes de la Revolución.
El Memorial de la Independencia de esa localidad también acogió un acto conmemorativo por la efeméride, momento escogido para entregar el carné acreditativo a nuevos militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas.
La historia refiere que los bayameses no durmieron en la noche del 2 para el 3 de enero de 1959, cuando ofrecieron un grandioso recibimiento a Fidel y los combatientes rebeldes, en la primera plaza de la Revolución en Cuba, donde el 20 de octubre de 1868 tuvo lugar la firma del acta de rendición de las tropas colonialistas españolas en la Isla.
Como parte de aquella entusiasta bienvenida, la Banda Municipal de Conciertos regaló a la Caravana de la Libertad la Marcha del 26 de Julio, estrenando una versión instrumental para ese formato, nunca antes realizada en el país.
La agrupación fue dirigida entonces por Rafael Cabrera, hijo de Manuel Muñoz, quien tuvo a su cargo la instrumentación original del Himno Nacional, y con ella acompañó a Céspedes y sus hombres, en los días gloriosos de 1868.
Tras llegar a la indómita Bayamo, Fidel Castro habló a sus pobladores desde el balcón del Ayuntamiento local, ubicado en el sitio que antes ocupó el primer gobierno de patriotas cubanos.