Santiago de Cuba, 25 nov (ACN) Con el tributo ante el monolito que resguarda los restos del Comandante en Jefe Fidel Castro, Santiago de Cuba significó hoy la vigencia de su pensamiento, a ocho años de la desaparición física.
En acto solemne realizado en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, de esta ciudad, las máximas autoridades del Partido Comunista de Cuba y el Gobierno en la provincia, junto una representación del pueblo indómito, ratificaron el liderazgo indiscutible del revolucionario con el depósito de flores en su memoria.
Según refirió a la Agencia Cubana de Noticias Elena Castillo, titular de la Federación de Mujeres Cubanas en el territorio, la impronta del Comandante en Jefe resulta cada vez más profunda, pues la voluntad de enfrentarse a los desafíos diarios con ideas renovadoras constituye herencia para las féminas.
En la presente jornada, cuando se visibiliza la lucha contra la violencia de género, Cuba exhibe relevantes logros legislativos y educacionales en materia de equidad, y esos avances devienen resultado de las enseñanzas legadas por el líder, manifestó.
A decir de Gerardo Houdayer, máximo representante de los escritores y artistas en la provincia, Fidel Castro pensó una sociedad justa, inclusiva y participativa, basada en el respeto mutuo, de ahí la necesidad de contextualizar sus reflexiones en cada espacio de debate y creación.
Señaló la importancia de rendirle homenaje en una fecha tan significativa, e instó a acudir de forma constante a sus ideas, en aras de construir un país mejor, consecuente con el futuro anhelado para las nuevas generaciones.
De acuerdo con Denia Pelayo, vicedirectora del hospital materno Mariana Grajales, cada niño nacido y entregado con salud a los brazos de su madre, en medio de un bloqueo genocida, cruel y arreciado, constituye un logro de la Revolución cubana y de su máximo líder.
Significó los esfuerzos del personal sanitario y su abnegado compromiso con el bienestar de los más humildes, muestra tangible del heroísmo, humanismo y altruismo aprendidos del eterno revolucionario y defendidos con el quehacer ininterrumpido.
A ocho años de la desaparición física del invicto Comandante, su impronta permanece viva en cada sector construido por y para el pueblo de Cuba.