Manzanillo, 4 sep (ACN) Como eterna apasionada del magisterio se autodefine la cubana Maricela Lastres Rosabal, quien encuentra su obra más completa en la sublime profesión de enseñar, la cual ejerce hace más de tres décadas en esta ciudad oriental.
Consagración y entrega al sector de la educación acreditan su categoría de pedagoga con trayectoria ejemplar en escuelas primarias del costero municipio homónimo, en la provincia de Granma.
La Máster en Ciencias confesó que la vocación se le definió desde la niñez, cuando en los juegos siempre asumía el rol de maestra y las muñecas eran sus alumnas.
Empecé a trabajar en el año 1990, al frente de los estudiantes de quinto grado del centro Emilio Lastres Figueredo, ubicado en la zona rural del Sitio-Remate, recordó en exclusiva para la Agencia Cubana de Noticias.
Desde ese primer momento me cautivaron los maravillosos pupilos que tuve, y no solo en el orden docente, sino como guía base de pioneros, y de exploración y campismo.
El encanto por los niños, dijo, también hizo posible que pusiera sus conocimientos y ternura en función del desarrollo de hábitos y habilidades en pequeños de círculos infantiles.
Mis alumnos son como hijos, les doy confianza y amor, estoy siempre atenta a sus estados de ánimo y comparto con ellos alegrías y tristezas, pero sobre todo los guío por el buen camino.
Entre sus mayores experiencias profesionales y personales, subrayó el hecho de llevar a un mismo grupo desde el primero hasta el sexto grado.
Fui la maestra que los enseñó a leer y a escribir, y quien los acompañó durante toda la educación primaria, con buenos resultados académicos; y ahora, cuando ya están en la secundaria básica, sigo al tanto de sus trayectorias.
En otro momento de su apasionado diálogo, Lastres Figueredo reflexionó sobre el imprescindible apoyo de la familia en aras del desarrollo integral de las más nuevas generaciones.
Actual docente de la escuela primaria Hermanos Cordové León, de Manzanillo, expresó que siente una gran decepción cuando algunos alumnos llegan al aula sin haber hecho la tarea, cuestión en la cual tiene un gran peso la responsabilidad de los padres.
A pesar de ese y otros muchos retos, nada la detiene en la cotidiana obra de amor que es la educación, y se mostró ansiosa por conocer a sus nuevos estudiantes del curso 2023- 2024.
Mi mayor orgullo es estar al lado de ellos y de mis compañeros de trabajo, agregó.