Bayamo, 7 nov (ACN) Tras varias acciones para alcanzar la estabilidad necesaria en la generación eléctrica a través de un microsistema, la provincia de Granma logra servir entre unos 12 a 20 Megawatts (MW) desde las 5:00 p.m. de ayer miércoles y durante todo el día de hoy.
Con esa capacidad reciben servicio, en primer lugar, los hospitales provinciales Carlos Manuel de Céspedes, de la ciudad de Bayamo; y Celia Sánchez Manduley, de la urbe costera de Manzanillo, explicó a la prensa el ingeniero Geider Mompié Rodríguez, director general de la Empresa Eléctrica del territorio.
También se cerraron los circuitos que alimentan la pasteurizadora El Alba, encargada de procesar la leche normada para los niños, y el hospital infantil General Luis Ángel Milanés, ambos en la capital provincial; y durante la madrugada fue posible energizar algunos circuitos de prioridad, y rotar otros del sector residencial con mayor tiempo de afectación en los municipios de Bayamo, Manzanillo, Media Luna y Cauto Cristo, detalló.
Como política, dijo, continuarán brindando servicio a la población- durante una a dos horas máximo- de forma escalonada y limitada, favoreciendo siempre en la programación a aquellos circuitos que acumulen los periodos más largos de interrupción.
Asimismo, darán vitalidad a objetivos priorizados para garantizar otros servicios básicos, entre ellos Acueducto y la Industria Alimentaria; mientras un equipo de trabajo tiene la responsabilidad de evaluar en tiempo real y reponer las existencias de combustible que garantizan el funcionamiento de otro grupo de centros de salud que no están protegidos a través del microsistema, señaló.
Mompié Rodríguez subrayó que la estrategia diseñada en la provincia tuvo en cuenta dos aspectos fundamentales: la baja cobertura de combustible y la falta de información detallada sobre la magnitud de los daños del huracán Rafael en el occidente del país y, dependiendo de ello, cuánto tiempo demorará, objetivamente, restablecer el Sistema Electroenergético Nacional.
En dicho escenario resulta obligatorio optimizar el combustible físico en nuestros emplazamientos de fuel oil y diésel, por cuanto se tomó la decisión de limitar la potencia a servir (de 62 megawatts posibles) hasta un máximo de 15 a 20 megawatts, con el objetivo de ampliar el balance y garantizar una disponibilidad de entre cuatro y cinco días.