La Habana, 21 (ACN) Yamila Peña Ojeda, fiscal general de la República de Cuba (FGR), sostuvo hoy un encuentro con jóvenes profesionales del órgano central para intercambiar sobre las mejores prácticas y experiencias en el ejercicio público.
Al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, a pocos días de conmemorarse el octavo aniversario de su desaparición física, estuvo dedicada esta reunión anual de la Fiscalía General de la República, en la Casa de las Tejas Verdes, institución cultural adscrita a la Oficina del Historiador de La Habana.
Durante el intercambio los operadores del Derecho debatieron sobre acciones dirigidas a perfeccionar la superación profesional, el trabajo político-ideológico, el uso de las tecnologías de la información y el conocimiento y el control de la legalidad, su principal misión.
La titular de la FGR resaltó la importancia de ser fieles al legado de Fidel, partiendo siempre del desempeño ético de todos los trabajadores, la alta responsabilidad que entraña trabajar en un órgano del Estado, la transparencia, la verdad y la sinceridad.
Peña Ojeda destacó avances en el acceso a carreras universitarias y estudios de pos grado, en el acompañamiento durante sus estudios, en garantizar el protagonismo de la juventud en la organización y ejecución de actividades políticas, culturales, deportivas y recreativas, y la participación en diversas acciones de superación.
Los jóvenes expresaron su agradecimiento por el permanente acompañamiento de la institución, el interés en su superación profesional, en la atención a sus problemas y expresaron la necesidad de continuar estos encuentros de retroalimentación.
Ratificaron su compromiso con la transparencia judicial, la búsqueda soluciones efectivas a los problemas y la transformación de los procesos.
Tras un video homenaje al Comandante en Jefe, el joven Abel Aguilera Vega, investigador del Centro Fidel Castro Ruz, dictó la conferencia: Fidel Castro y la abogacía como un arma de lucha revolucionaria.
El también Máster en Historia Contemporánea reveló pasajes de la vida de quien se convirtió en una figura universal, de sus primeros años como abogado, destacando en cada momento su entereza, el ejercicio de la defensa de los más humildes sin cobrar un centavo por ello, los momentos en que pasó de acusado a acusador y la virtud de haberse dado cuenta de que la abogacía era, precisamente, un arma para defender las causas justas.