Guantánamo, 17 dic (ACN) Vitalidad, calidad de sus músicos, bailarines y cantantes, distinguen al Ballet Folklórico Babul, de Guantánamo, compañía que junto a su director, el maestro Ernesto Llewellyn De La Hera, reciben honores en la edición 28 de la Fiesta A La Guantanamera.
Conocido como La Magia del Caribe y con 30 años de trayectoria, Babul entrelaza viajes a través de la historia y las raíces culturales y deja una huella significativa en el panorama artístico nacional.
En abril de 1994 se inició todo, un grupo de jóvenes de entre 20 y 30 años, llenos de sueños, decidieron unirse para formar un proyecto danzario, cuenta Llewellyn De La Hera a la Agencia Cubana de Noticias,.
Su premier se realizó el 17 y 18 de noviembre de ese mismo año en la Casa de Cultura Rubén López Sabariego, de la ciudad del Guaso, motivo por el cual celebran dos eventos cada año desde entonces.
Fue en ese momento que salieron a la luz pública con un espectáculo titulado "Babul", aunque aún no tenían un nombre oficial como compañía y adoptaron ese mismo, como les sugirió una persona.
También nos decidimos porque Babul es un canto que rinde homenaje a los abuelos, muchos de los cuales tenían ascendencia francesa, haitiana y jamaiquina, ese nombre representa una retrospectiva de la realidad que vivieron al emigrar en busca de mejores oportunidades económicas a principios del siglo XX y nosotros somos los encargados de preservar esa memoria, como promoción de una diversidad cultural que conforma el rico mosaico de esas tradiciones, explica.
Tratamos de preservar ese legado a través de la forma de actuar y crear, sin embargo, no lo hacemos de manera original, puesto que eso implicaría convertir la cultura en un museo estático y no puede ser así, la cultura debe fluir como un río de agua renovada, y eso es lo que hacemos: trabajamos arduamente para mantener viva nuestra tradición.
De los fundadores iniciales sólo seis continúan en la compañía, con Llewelyn a la cabeza, quien también se desempeña como artista, coreógrafo, músico, compositor y maestro de Danza que forma parte de 50 miembros, donde incluyen a 22 bailarines que captan continuamente.
A esto se suman cantantes, músicos profesores, ensayadores, revisores, maquillistas y vestuaristas, así como también trabajadores de servicio, productores, diseñadores y administradores.
La agrupación combina talento y pasión en sus géneros danzarios, representan la esencia de la cultura cubana en todas sus dimensiones, lo mismo ejecutan changüí, nengón y kiribá, bailes tradicionales de Baracoa, Imías, Yateras y también se inclinan por géneros como la rumba y la conga, al igual que ritmos populares cubanos como el chachachá, mambo y pilón e interpretan boleros y canciones guarachas.
Hasta la fecha la compañía suma más de 70 obras originales en danza y música gracias al trabajo en equipo, piezas que resuenan tanto dentro de Cuba como en escenarios internacionales, donde realizaron ocho giras desde el año 2000 y visitaron países como México, Francia e Italia-en la Isla de Sardegna- entre otros destinos.
Una participación destacada fue su contribución a la misión "Cultura Corazón Adentro" en Venezuela, desde 2008 hasta 2018, tiempo en que llevaron su arte a diferentes comunidades, y enriquecieron la vida cultural de muchos con su pasión por la música y las tradiciones.
Dejamos una huella en cada rincón que visitamos, las personas nos reconocen y dicen: esos son guantanameros, enfatiza Llewelyn.
No intentamos imitar ni permitir que otras culturas nos colonicen, siempre llevamos la riqueza de la cultura guantanamera y de la Isla, porque somos parte de este bello y pequeño país, que tiene una grandeza cultural inmensa, enfatiza.
La sede de la compañía, ubicada en el Consejo Popular San Justo, es testigo desde 2008 de su reconstrucción y de los innumerables premios y reconocimientos recibidos, allí, en Sol del Prado y el 8 Este, se resguardan las muestras de orgullo de una compañía que se dedica incansablemente a su pueblo.
Refiere su director que desde 2003 ostentan la condición de Vanguardia Nacional, recibieron el Premio de Cultura Comunitaria Provincial y el Premio de Patrimonio Municipal, además, se suman reconocimientos de la Embajada de Trinidad y Tobago, la de Haití, de instituciones gubernamentales, el Poder Popular y el Sindicato de la Cultura, y de todo el ámbito de las artes escénicas; no podemos quejarnos, todo lo logrado nos lo ganamos con esfuerzo y dedicación, remarca.
Llewelyn, quien afirma tener "los mismo años que la Revolución", sigue adelante con esta compañía que le ocupa casi todo su tiempo, no obstante, intenta transmitir este legado a la nueva generación que forma: egresados del sistema de enseñanza artística y del movimiento de artistas aficionados.
Reconoce que acercarse a las comunidades periféricas es una tarea pendiente y eso lo demuestra la participación en la Cruzada Teatral Guantánamo- Baracoa, donde es esencial llevar nuestro arte no solo a la ciudad, sino también a los municipios que tanto lo necesitan.
Es una deuda que tenemos con ellos y con el resto del pueblo de Cuba, es nuestra misión ofrecerles más cultura, una que es compleja e incluye sabiduría y conocimiento práctico y esto es fundamental para lograr lo que siempre mantengo: cuanta más cultura tenga una persona, más libre será para pensar y vivir de manera diferente, concluye.