La Habana, 3 feb (ACN) La compañía Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC), que dirige la maestra, bailarina y coreógrafa Lizt Alfonso, realizará este 4 de febrero el encuentro abierto "Bailar no tiene edad" con ritmos populares cubanos dirigido a abuelas, abuelos y sus acompañantes, en la sede del Proyecto de Desarrollo Local Malecón Art 255.
Esta iniciativa, programada para las 10:00 a.m., estará liderada por la propia Alfonso junto a Juan Carlos Haza, Miguel Ángel Díaz y Rocío Vázquez, maestros y bailarines de LADC, quienes guiarán a los adultos mayores en una gran clase con diversos géneros como cha cha chá, mambo, rumba y salsa, entre otros.
"Bailar no tiene edad" se complementa con la exposición "Abuelas y abuelos prestados", de la artista visual Moník Molinet, que desde el pasado 17 de noviembre ocupa los espacios de Malecón Art 255 como parte de la XV Bienal de La Habana.
Integrada por 23 autorretratos, la muestra de Molinet es, en palabras de su propia creadora, "un ejercicio para fabricar una memoria inexistente para mí porque no tuve esa relación con mis abuelos, pero se creó un guion mediante las experiencias y recuerdos de amigos que sí tuvieron la oportunidad de estar con ellos".
El proyecto que los asistentes tendrán la oportunidad de recorrer este martes cuenta con imágenes analógicas donde se rompe la llamada cuarta pared para confrontar al espectador, y en ellas la artista recrea abuelos que disfrutan del contacto, el cariño y los afectos, y se habla de los choques generacionales.
Dentro de la exposición hay un momento especial dedicado a la etapa de los cuidados, etapa donde incluso los más ancianos siguen queriendo hacer por sus cuidadores, explicó la fotógrafa.
Dijo que es vivir, mediante el arte, algo que realmente no tuvo.
"Abuelas y abuelos prestados" ha transformado la sede de Malecón Art 255 en un templo para el arte y la familia, reafirmando aún más la vocación social de LADC.
Según una nota de prensa de la compañía, las artistas Lizt Alfonso y Moník Molinet comparten la pretensión de acercar a más público general a esta exposición, reflexiva y sensible, en torno a los abuelos; así como proporcionar un espacio de disfrute para todos, pero especialmente enfocado en las personas de la tercera edad.
Es un homenaje a la familia, al poder del arte y de la danza, en particular, para alimentar nuevas memorias, divertirse sin importar el estilo, el género, el ritmo y la edad, refiere la información.