Las Tunas, 11 feb (ACN) Un paseo por algunos de los hechos, personalidades y acontecimientos relevantes de Las Tunas destaca en el relieve del mural de historia ubicado en la fachada del Mercado Agropecuario El Mambí, en la populosa avenida Francisco Varona, de esta ciudad.

   Con más de 50 metros de longitud, la obra del artista tunero Nober Olano Escobar, recrea a través del conjunto escultórico, los albores de la identidad del Balcón del Oriente Cubano desde sus primeros habitantes hasta epopeyas de la lucha revolucionaria y otros momentos cumbres de la actualidad.

    El proyecto de gran envergadura se realizó en la técnica del modelado y fundición de cemento, en el que participaron además los escultores Armando Rivero y Leandro Miguel Olano, con protagonismo en el diseño y montaje adecuado de las piezas.

    La sublevación de esclavos en las minas de oro de Jobabo en 1533, como un hecho sin antecedentes en documentos o archivos históricos de aquellos años, matiza con especial orgullo uno de los pergaminos que conforman el monumento. 

  Figuras notables sobresalen en el croquis del mural: Máximo Gómez por su protagonismo en la icónica batalla de Palo Seco en el municipio de Jobabo, el Che y Camilo durante las luchas guerrilleras y la imagen irrefutable de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo-El Cucalambé- como máxima expresión de la cultura e idiosincrasia de Las Tunas.

   Vicente García González, el Mayor General y más bravo de los tuneros, deviene un símbolo distintivo de esta creación, montado en su caballo y con el machete en posición de combate mientras prende fuego a la ciudad antes de caer en manos enemigas; en medio de las llamas la frase que inmortaliza su grandeza: Quemada antes que esclava.

   Otros acontecimientos sociales desde la campaña de alfabetización, disciplinas deportivas como el boxeo y el beisbol, las luchas obreras acompañadas por la figura del líder Amancio Rodríguez, la emblemática escultura de la Fuente de las Antillas e incluso, a gran escala el escudo de la provincia, son algunos de los elementos que hacen del mural más que un sitio del arte, un espacio de encuentro con las raíces.

   Justo allí tiene lugar un resumen de lo más significativo del acontecer durante las diversas etapas de la conformación de lo que es hoy Las Tunas; un reflejo artístico identitario para las actuales y futuras generaciones de tuneros.