La Habana, 19 nov (ACN) El proyecto “Operación Peter Pan: de ausencia en ausencia”, de la artista visual peruana Sonia Cunliffe, se combina con el Cine Móvil para repensar el relato histórico desde la vivencia presente y la memoria creativa.
Cunliffe dijo hoy en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que la iniciativa surgió hace unos cuantos años mientras caminaba por las calles de La Habana, conoció acerca de los sucesos de la Operación Peter Pan, y se dio a la tarea de investigar este hecho tan doloroso en las páginas de la historia cubana.
Desde la sede del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), en esta capital, argumentó que el material consiste en un videoarte de ocho minutos de duración y surgió al mezclar la película documental norteamericana sobre la Operación titulada "La manzana perdida", y el largometraje de animación "Peter Pan" (1953), con la colaboración de la cineasta peruana Nicole Remy.
Una vez materializado el proyecto buscó la manera de acercarlo a las comunidades, y se concibió su proyección en el último camión de cine móvil que se conserva en Cuba, por lo que se trasladó al poblado camagüeyaño de Lugareño donde vive su proyeccionista y antiguo chofer Alberto Cedeño, explicó.
La artista refirió que el camión se trajo a la capital gracias al trabajo conjunto entre el Icaic y otras instituciones, a propósito de la XV Bienal de La Habana, para que el público diafrute dentro de él del proyecto.
Informó que esa iniciativa de Cine Móvil permanecerá en esta ciudad hasta el venidero 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, a realizarse del 5 al 15 de diciembre próximo.
“Operación Peter Pan: de ausencia en ausencia” redescubre a las audiencias cubanas desde su legado de cine móvil y movilización social, y muestra cómo una noticia falsa puede destruir la sociedad.
Acompañaron el encuentro Alexis Triana, presidente del Icaic; Gonzalo Guillén Beker, embajador de Perú en Cuba, y el cineasta dominicano Pablo Lozano.
La Operación Peter Pan provocó que a inicios de la década de 1960 alrededor de 14 mil niños y niñas cubanos no acompañados fuesen enviados por sus padres en vuelos regulares hacia los Estados Unidos.
Se considera una de las acciones más agresivas y despiadadas del gobierno norteamericano hacia la mayor de las Antillas.