Matanzas, 27 mar (ACN) El Museo Farmacéutico de Matanzas es una joya, su colección documental es realmente un condensado de la historia de la ciencia en Medicina y Farmacia, y de la evolución de los saberes, resaltó hoy Anne Lemaistre, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En la otrora Botica Francesa del doctor Ernesto Triolet celebraron que el Comité Regional de la Unesco certificó en noviembre último la incorporación del fondo Libros de asentamiento de recetas del actual Museo Farmacéutico de Matanzas en el Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe, y la dirección de la institución recibió este jueves el certificado acreditativo.
Lemaistre, directora de la Oficina Regional de la Unesco para la Cultura en América Latina y el Caribe, argumentó que los 61 tomos del fondo documental contienen ocho mil 400 recetas de farmacia con plantas naturales, prescriptas y elaboradas por varios médicos y hombres de farmacia.
Hay recetas conocidas y otras que ellos elaboraron con el paso del tiempo y eso es lo que tiene valor –comentó-, buscamos una era más ecologista y más vinculada a la naturaleza, vamos a redescubrir lo que tenemos y son importantes estas recetas que nos pueden inspirar.
Lemaistre elogió que cuenta el Museo con un equipo encantador, celebró la presencia de los descendientes de la familia fundadora de la Botica en la actividad que contó igualmente con participación de autoridades políticas y gubernamentales del territorio, y manifestó además: deseo realmente que este proyecto tenga un reconocimiento mundial y la Unesco en La Habana los apoyará en este sentido.
En las páginas de los también llamados libros copiadores aparece anotada la fecha, el apellido del médico que prescribía el medicamento, su composición, el uso general, el precio y el número de la fórmula.
Los volúmenes recogen la cotidianidad de la farmacia de la familia Triolet Figueroa desde su apertura el 1 de enero de 1882 hasta el 16 de enero de 1964, año en el cual fue nacionalizada y convertida en Museo hasta la actualidad.
Marcia Brito, directora del centro que conserva original y completa una Botica Francesa de finales del siglo XIX, Monumento Nacional, ante un libro copiador abierto en la página correspondiente al 27 de marzo de 1893, presentó la develación de una tarja que indicará al visitante la valía de los ejemplares conservados.
En cada una de esas páginas está la huella de seres humanos que pensaron, trabajaron, está el esfuerzo, la inteligencia, la sagacidad, lo que había –valoró Ercilio Vento Canosa, historiador de la Ciudad de Matanzas-, y hay una cultura, hay una huella, ahí está la obra de personas que crearon y materializaron una historia de ciencia que es trascendente.