Sancti Spíritus, 21 abr (ACN) Tejas desplazadas por las vibraciones y la contaminación sonora, baños, puertas y ventanas de madera en mal estado, salas cerradas y filtraciones en cubiertas son algunos de los problemas que presentan los museos de Trinidad, edificios de alto valor patrimonial y que están entre los elementos más peculiares de la tercera villa fundada en Cuba.
Aunque ahora están golpeadas por el paso de los años y la falta de planes de conservación preventiva, estas instituciones ofrecen una experiencia única al visitante, sobre todo si se tiene en cuenta que muchas de ellas radican en los palacetes que siglos atrás pertenecieron a acaudaladas familias de la región y que sobresalen por sus valores arquitectónicos, sus pinturas murales y sus variadas colecciones.
Fernando Díaz Suárez, director de Cultura en la sureña localidad de la provincia de Sancti Spíritus, explicó a la versión digital del periódico Escambray la magnitud de los daños y la imposibilidad de contar con fondos para asumir las complejas labores, pues de los 18 millones de pesos aprobados en el presupuesto, unos 13 millones, por ejemplo, son para salario.
Detalló que para acciones constructivas sólo disponen de tres millones de pesos, de los cuales la mitad se le asignará al Museo Municipal de Historia, uno de los edificios más elegantes y funcionales cuyas manchas de humedad amenazan con destruir sus pinturas murales.
Mientras, en el caso del Romántico, otro de los inmuebles distintivos del centro histórico trinitario y entre los sitios más visitados en la urbe, tendrá que seguir esperando para solucionar sus vigas en mal estado del segundo nivel y un pequeño desplazamiento del piso, precisó el rotativo.
La Casa de Cultura Julio Cuevas Díaz, la cual lleva tres años en espera de los recursos para la reparación del techo, la Galería de Arte Benito Ortiz, donde los artistas han costeado, incluso, algunos de los trabajos, y la torre Manaca Iznaga están también entre los espacios que demandan atención.
Enriqueta Ramírez Caro, directora del Museo Municipal de Historia, apuntó que en 2019 se intervino parte de la cubierta, pero el empalme entre la primera y la segunda crujía no quedó bien, lo que provoca filtraciones que obligaron a retirar objetos museables de una de sus salas, casi en peligro de derrumbe; sin embargo, acotó que hasta que no se retire el cielo raso, es imposible conocer la magnitud del daño.
De acuerdo con el medio de prensa, las cifras para la restauración de las edificaciones dejan entrever desaciertos en la política de recaudación de ingresos que durante años estuvo vigente desde la Dirección Nacional de Monumentos, puesto que de esas retribuciones los museos trinitarios nunca pudieron quedarse con un peso.
Al decir del director de Cultura en ese territorio, aunque este tipo de instituciones cuenta ahora con jurisdicción municipal, hasta el momento tampoco reciben algún beneficio económico que les permita disponer de fondos para la conservación preventiva o la compra de insumos.
En tanto, la entidad ya presentó la propuesta para convertirse en unidad presupuestada con tratamiento especial, lo que les posibilitaría generar ingresos por el cobro de algunos servicios, sin abandonar sus proyectos sociales.
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