La Habana, 15 nov (ACN) Como una especie de reencuentro a través del lenguaje del arte, la República Bolivariana de Venezuela vuelve a participar en la Bienal de La Habana que desde hoy celebra su XV edición.
Mary Pemjean, viceministra de las Artes de la Imagen y el Espacio de esa nación sudamericana, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que desde la fundación de la Bienal en 1984 los creadores contemporáneos venezolanos han estado presentes en este evento.
Aunque en el pasado llegaron hasta La Habana más de 51 artistas, estar en esta decimoquinta edición es de gran importancia porque demuestra que los nexos culturales entre ambos países nunca han cesado, refirió Pemjean.
Los ideales de solidaridad y humanidad que Cuba y Venezuela defienden se hallan también en el arte que los exponentes de los dos pueblos reflejan y trasciende las paredes de galerías y museos para penetrar el tejido espiritual de las personas, comentó la también presidenta de la Fundación de Museos Nacionales de la hermana República.
Se decidió, en ese sentido, traer hasta la Bienal de La Habana tres exposiciones de importantes artistas venezolanos, como es el caso de los maestros Juvenal Ravelo, Frank Cisneros y Rodrigo Benavides.
La muestra de Ravelo, titulada "Arte de participación en la calle" se inauguró este viernes en la Casa Simón Bolívar del Centro Histórico habanero, mientras que la de Cisneros, bajo el nombre de "Re-encuentro Caracas-La Habana", tomó como escenario a la Casa de la Obra Pía y propuso un video instalación que, a modo de retrospectiva, rememora la presencia de Venezuela en las bienales de 1984, 1986 y 1989.
Ambas, unidas a las fotografías de Benavides en "Orinoco, Cubagua, Ayacucho. Encrucijadas y metáforas nuestroamericanas", conforman la ruta bolivariana en esta cita de las artes contemporáneas, explicó Pemjean.
En el transcurso de la XV Bienal de La Habana, la delegación venezolana llegará además hasta el poblado de Casa Blanca, donde se restaurará un mural de Juvenal Ravelo realizado en la edición de 2015, detalló.
Para la viceministra, esta mirada al pasado de Venezuela en la Bienal permite evocar a artistas del país sudamericano como el propio maestro Ravelo, Manuel Espinoza y el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, quienes trajeron sus creaciones al evento cubano.
La Bienal de La Habana está entre las 10 más importantes del mundo y es un espacio en el que las naciones de la región y sobre todo del llamado Sur global se sienten reflejadas, y deviene en una plataforma para intercambiar con exponentes que mediante el arte construyen un lenguaje de la diversidad y mecanismos de luchas comunes, consideró.
Estar en esta cita y poder contar la historia de cómo se han desarrollado las artes visuales en Venezuela y su poder transformador de los barrios y los imaginarios desde nexos comunes es una oportunidad única porque visibiliza la posibilidad de vivir en una mejor sociedad, dijo Pemjean.
Con la Bienal se estrechan esos lazos históricos cubano-venezolanos desde la perspectiva de la cultura, manifestó la presidenta de la Fundación de Museos Nacionales.
Sentimos que era un deber estar presentes en este evento, más allá de las dificultades económicas de la mayor de las Antillas y sus luchas constantes, porque la isla ha sabido brindar siempre su solidaridad, aseveró.
El arte ofrece esperanzas a los hombres y mujeres de un país que, a pesar de las vicisitudes, siguen creyendo en los sueños de su apóstol José Martí y los próceres de toda la América, sentenció.
Horizontes Compartidos es la motivación fundamental de esta edición XV de la Bienal de La Habana, que celebra sus 40 años de creada y cuyo programa se extenderá hasta el 28 de febrero de 2025.