Las Tunas, 15 sep (ACN) El parque que hoy se ha hecho famoso porque en sus terrenos son imbatibles los Leñadores de Cuba, Campeones Nacionales en las dos últimas campañas beisboleras, tiene su historia que contar.
Ese enclave, en las décadas del 40 y el 50 del pasado siglo era custodiado por la vía del ferrocarril central y la avenida Roosevelt (hoy Frank País).
Fue ese el lugar escogido para levantar un nuevo estadio, en terreno donado por la familia Velázquez, de ahí que el estadio era conocido como Chicho Velázquez.
La construcción de un parque beisbolero en ese lugar, tuvo como antecedente que el llamado estadio Vidal, en el actual reparto Santo Domingo, había sido demolido.
Los tuneros buscaron la “plata” para comenzar a levantar la flamante instalación, mediante la creación del patronato denominado Todo por Tunas, que con el apoyo de instituciones se desarrolló la recaudación de fondos, amén de las utilidades dejadas por la celebración de fiestas y verbenas.
El estadio funcionaba a la inversa del actual “Julio Antonio Mella”, es decir donde ahora está el jardín central se ubicaba el home plate.
Las cercas del viejo parque eran de mampostería, con graderías de madera para más de mil personas (hoy 13 mil), con techo de guano inicialmente y luego teja infinita y cinc galvanizado .
Medía 340 pies por el jardín izquierdo (hoy 325), 360 por el derecho (325) y 500 por el central (400) por donde no se conectó ningún vuelacerca,
Los peloteros de Las Tunas jugaron en esa instalación hasta los primeros años de la década del 60, cuando se construyó en el propio terreno un nuevo estadio, el Julio Antonio Mella, muy famoso ya porque desde 1977 aguarda en su bosque a los Leñadores tricampeones de Cuba.