Carlos González Rego | Foto: Juan Pablo Carreras / enviados especiales
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06 Agosto 2024

París, 6 ago (ACN) Con la lógica alegría y orgullo de ser cubano, el luchador del estilo grecorromano Mijaín López celebró por todo lo alto su quinta medalla de oro olímpica en los XXXIII Juegos de París 2024, en la Arena Campo de Marte de esta ciudad.

   Esperado en la zona mixta de la instalación parisina por un gran grupo de la prensa acreditada, el Gigante de Herradura, en la occidental provincia de Pinar del Río, reiteró sentirse orgulloso de ser un atleta de Cuba, de portar tantas veces la bandera de la estrella solitaria en delegaciones y de conquistar cinco coronas en citas estivales.

   Ante el reto de definir con una sola palabra cada una de sus participaciones en las seis lides bajo los cinco aros que estuvo presente, expresó: Beijing 2008, novatada; Londres 2012, transcendencia; Río de Janeiro 2016, esfuerzo; Tokio 2020, sacrificio, y París 2024, alegría.  

   También tuvo palabras de agradecimiento a todos los que lo ayudaron y apoyaron a lo largo de su larga  carrera deportiva y en sus triunfos, en especial al ya fallecido entrenador Pedro Val y al actual, Raúl Trujillo, a quienes considera sus segundos padres.

   “Son los pilares de toda esta historia, los que me han guiado, los que me han ayudado a no equivocarme, los que han hecho que hoy sea un deportista reconocido a nivel mundial”, apuntó.

   “Todo lo que he hecho ha sido por mi país, por esos seres humanos que me aman y me admiran”, respondió con la humildad que lo caracteriza.

   Entre los que lo felicitaron personalmente estuvo el alemán Tomás Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), quien por la hora y el momento en que llegó fue a ver el combate final de Mijaín con el chileno de origen cubano Yasmani Acosta, a quien derrotó 6-0 e impuso su condición de favorito.

   Entre los momentos emotivos estuvo el de cuando concluyó el pleito y lo declararon ganador, la reacción de los aficionados, quienes lo ovacionaron por varios minutos.

   También se recordará el instante en que se quitó las zapatillas y las colocó en el centro del colchón, en señal de que se retira del deporte activo. 

   “Se quedaron –las zapatillas- donde tenían que quedarse, sobre el colchón, siendo campeonas y bendecidas sean”, expresó con cierta nostalgia reflejada en el rostro.

   Bash le dijo: “Lograste un gran objetivo. Será una historia para nunca olvidar, estoy contento de que seas luchador y de que seas cubano”.

   Cuando se retiraba de la zona mixta atendió la video llamada de Miguel Díaz Canel, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, quien le apuntó: “Para mí el suceso más importante de esta Olimpiada es tu hazaña”.

   “Por la edad con que llegaste -41 años-, por la manera que lo has hecho, porque les callaste la boca a los que no creían, porque has demostrado que tienes una estirpe de guerrero y porque eres un deportista ejemplar”, agregó el Presidente.