Sancti Spíritus, 24 jun (ACN) El aumento de los volúmenes de alimentos contratados, la determinación de tres mil 364 hectáreas ociosas y la detección y solución de varios de los problemas arrastrados durante un tiempo en el campo figuran entre los principales saldos del ejercicio de control de la tierra y la masa ganadera que continúa hoy en la provincia de Sancti Spíritus.
Al decir de Pedro López Cabello, subdelegado general de la Agricultura en el territorio, lo que se busca es reordenar el suelo y la actividad ganadera, tanto entre los propietarios privados como estatales.
De ahí que se trata de un proceso complejo, subrayó, que NO está exento de las limitaciones con el combustible y el transporte, pero en el que se ha implementado un sistema de supervisión y comprobación para garantizar su calidad.
Detalló que desde un primer momento la iniciativa generó preocupación entre los campesinos y comenzó su asistencia al Registro Pecuario para declarar nacimientos o muertes en sus rebaños; mientras, aclaró que uno de los resultados esenciales en los más de tres meses de ejercicio ha sido la ubicación de niveles productivos (leche, carne) sin contratar y, sobre todo, subcontratados.
López Cabello acotó que a más de 500 productores se les ha encontrado tierra ociosa y resaltó que como la mayoría de estos han tenido afectaciones con los recursos debido a la situación que enfrenta Cuba, se les están dando plazos para comenzar a explotar el área.
Datos aportados por la fuente confirman la magnitud del ejercicio en una región agrícola por excelencia y reconocida por sus aportes en diversos renglones: 268 contratos de usufructo rescindidos, dos mil 631 nacimientos de animales sin declarar, 131 multas por deficiencias asociadas a la tierra y 140 a la ganadería.
Aún sin concluir el proceso, el subdelegado del sector en Sancti Spíritus insistió en que la política ha estado dirigida a resolver todo lo que se pueda y, en ese sentido, significó los 284 expedientes que ya cuentan con las certificaciones de suelo, los 39 -de 62 identificados- que disponen del certifico catastral y los 351 usufructuarios con problemas en sus contratos o sin ellos a los cuales ya se les valoraron sus surtidos.
Nosotros estamos insatisfechos con el nivel de detección y por eso prosiguen las acciones de supervisión, no obstante, los agricultores han entendido que hay que reordenar el campo, puntualizó.
Según López Cabello, el último control de este tipo se llevó a cabo en 2018 y fue un balance de la tierra a partir de una Declaración Jurada, es decir, basado en los elementos aportados por los propios productores, las cooperativas y las empresas; ahora, las comisiones amanecen en el campo, cuentan el ganado, caminan la tierra para ver su preparación, significó.