Santiago de Cuba, 19 sep (ACN) Con el objetivo de dar seguimiento a las medidas de perfeccionamiento de la empresa estatal socialista, la Contraloría en Santiago de Cuba evaluará hasta el 31 de octubre el desempeño y gestión de entidades del ramo turístico.
Iniciado este 18 de septiembre, el ejercicio prevé valorar el cumplimiento de directivas aprobadas para el enfrentamiento a hechos de corrupción, indisciplinas e ilegalidades, el proceso de rendición de cuentas de los directivos ante sus subordinados y los planes de prevención de riesgos.
Según refirió Luis Ángel Lastre, Contralor Jefe de la provincia, los hoteles Versalles y Meliá Santiago, las agencias Transtur, Havanatur e ITH, la empresa Campismo Popular y las cadenas Islazul y Palmares constituyen objeto de evaluación, por su papel determinante en el desarrollo de la economía.
Añadió la auditoría a centros con estrechos vínculos con el sector como las instituciones Frutas Selectas, Lácteos, la Unidad Empresarial de Base Cuba Ron y la entidad no estatal Don Miguel, del municipio Contramaestre.
Afirmó la intervención de más de 160 especialistas y universitarios en el proceso de control, en aras de garantizar la calidad y transparencia requeridas, en tanto destacó la capacitación previa al proceso, dado su propósito preventivo.
Subrayó el acompañamiento de expertos de las oficinas nacionales de Normalización, Uso Racional de la Energía, Inspección del Trabajo y Transporte, así como el apoyo de 38 estudiantes de la licenciatura en Contabilidad y Finanzas y curso de ciclo corto de Auditoría.
En esta ocasión, los progresos en el proceso de bancarización, el empleo adecuado de combustibles y el estado de las cuentas por cobrar y pagar desde enero del 2024 figuran también entre los aspectos a auditar, por responder a políticas actuales de desarrollo, manifestó Lastre.
Por su carácter estratégico, el sector turístico tiene el reto de activar la economía a partir de esquemas de financiamiento aprobados por la máxima dirección del país, de ahí la importancia de evaluar su gestión con la ética y exigencia propias del órgano de control.