La Habana, 7 abr (ACN) Ámbar Rosa Reyes Companioni es capaz de explicar en 47 kilómetros de viaje el proceso productivo de una empresa acuícola, y además defender con ahínco que, en situaciones difíciles, el ser humano busca alternativas para garantizar la alimentación.
Según expresa la literatura, la piedra de ámbar es sinónimo de suerte, fertilidad, buenas energías, protectora y curativa, así anda esta bióloga marina por tierras de Sancti Spíritus, como especialista de acuicultura del departamento de producción de la empresa pesquera Pescaspir.
Con más de 20 años de experiencia, Reyes Companioni comparte con los más jóvenes el saber hacer en el cultivo de alevines en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Acusier, ubicada en la localidad de la Chorrera, en el municipio La Sierpe.
La especialista explicó en declaraciones exclusivas a la Agencia Cubana de Noticias que es en ese sitio donde se inicia todo el proceso, porque si no hay siembra de alevines no hay cultivo, y sin este no hay producción; la estación es como la semilla, si no funciona no pueden sembrar las presas, carecerán de capturas y la industria dejará de procesar el alimento.
Jorge Luis Palmeiro, director de la UEB, habló de los récords de eficiencia de la entidad en la producción de alevines, con unos 40 millones el año anterior, a pesar de los desafíos, del tiempo paralizados por la pandemia global y por la real falta de alimentación para los animales que se desarrollan en agua dulce.
Ámbar refiere la utilización de fertilizantes locales, la preparación de los estanques, el sentido de pertenencia de los trabajadores y la aplicación de la ciencia en todo el proceso, con la capacitación del capital humano y del sistema de pago que estimula a perfeccionar cada vez las dinámicas laborales.
Para Aurelio Hernández, también biólogo marino por 25 años, en la sala por donde comienza el proceso con los ciprínidos (carpa) el secreto es mejorar la eficiencia y lograr mayor cantidad de larvas en la reproducción artificial de estas especies, para repoblar las presas del territorio.
De temperaturas, hormonas artificiales, incubadoras, estanques y competencias de pesca en las presas para la captura de los ejemplares que nacieron en la estación de alevinaje conocen bien estos hombres y mujeres de la pesca; Ámbar como ejemplo de constancia, no se rinde y apela por mejores resultados para satisfacer necesidades en la alimentación del pueblo.