Santiago de Cuba, 21 sep (ACN) Trabajadores de la Refinería de Petróleo Hermanos Díaz, ubicada en esta ciudad, patentizan su compromiso con la producción y el orgullo de pertenecer a esa industria de vital importancia para el desarrollo de la mayor de las Antillas.
Luis Ángel Ferrer, especialista principal del grupo de almacenes de la Unidad Empresarial de Base Logística y ATM, refirió a la Agencia Cubana de Noticias que en septiembre del año 1974 inició su vida laboral en la entidad recién graduado de la antigua Unión Soviética, desempeñándose como Ingeniero Químico.
Comentó su trayectoria de más de cinco décadas por diferentes áreas como el laboratorio, donde fue analista y director, así como la superación en otros países, con el objetivo de desarrollar mejor su trabajo, de ahí la importancia concedida a los estudios y que en la actualidad transmite a las nuevas generaciones.
Afirmó que ser refinero es orgullo, pues su accionar posibilita el desarrollo de la nación y de, manera fundamental, el de la economía cubana, pese a las limitaciones existentes, en tanto el ambiente agradable y responsable de los obreros en la "Hermanos Díaz" le reanima diariamente la fuerza y voluntad para seguir activo.
El también jubilado recontratado expresó la importancia de aplicar la ciencia, técnica e innovación, con el propósito de no detener los procesos y aportar a la disminución de importaciones en Cuba.
Según el jefe de brigada de refinación Alberto Martínez, con 40 años de trabajo, disponer siempre de crudo para su tratamiento constituye el principal deseo de los que allí ejercen, pues de esa forma mantienen en funcionamiento la planta.
Iniciado con 20 años en el curso de preparación de operadores, decidió dedicarle su vida a esta empresa, de ahí los diferentes talleres, eventos y cursos dentro y fuera de la isla antillana, para el crecimiento profesional, hasta lograr la homologación internacional.
La fe en avanzar cada día, la motivación para solucionar situaciones y los valores éticos y morales devienen características de los trabajadores del sector, los cuales transmite a 18 jóvenes operadores.
En la juventud está el futuro no solo de la industria petrolera, sino del país, en ellos hay que confiar y convocarlos a estudiar más y aprender las técnicas de la profesión, asevera.
Reconoció a la familia como un pilar fundamental, pues en ocasiones no se puede llegar temprano a la casa, pero sabes que están pendientes y apoyando, porque conocen la pertinencia del centro donde labora.
De acuerdo con el joven de 25 años Jorge Ariel Polanco, operador, cuando hay poca disponibilidad de materia prima se le ejecuta mantenimiento a la planta, con el objetivo de garantizar la estabilidad y buen funcionamiento de la refinería.
Aseguró que, con seis años de trabajo desde su graduación como tecnólogo de procesos de la industria petrolera, se prepara como controlador y estudia la carrera de Ingeniería Química en la Universidad de Oriente.
Comentó sobre la excelente atención brindada en la industria a quienes llegan por vez primera y, además, exhortó a las nuevas generaciones a interesarse por esa profesión, que en un inicio puede resultar difícil, pero luego te adaptas y enamoras de la misma.
Con casi 70 años en explotación, la Refinería de Petróleo Hermanos Díaz adecuó sus instalaciones, a fin de procesar el crudo pesado adquirido por el país, para cuyo fin no estaba concebida, de esa forma reanimó la producción, disminuyó perdidas y el éxodo profesional.