La Habana, 21 sep (ACN) El 22 de septiembre de 1784 se funda, al suroeste de la ciudad de La Habana, la villa San Antonio de los Baños. En la actualidad es uno de los municipios de la provincia de Artemisa.
Sus prósperas tierras, tocadas por la magia del río Ariguanabo, propiciaron el cultivo del café, el tabaco y otros cultivos. En diciembre de 1844 el auge económico de la región aumentó con la inauguración del ferrocarril que comunicaba a San Antonio de los Baños con El Rincón, en la capital cubana.
La zona ha sido cuna de prominentes hombres y mujeres de la cultura y la ciencia. Entre sus hijos ilustres están el cantautor Silvio Rodríguez, el repentista Ángel Valiente y el músico Raimundo Valenzuela.
Destacan el pintor Eduardo Abela, creador de El Bobo, René de la Nuez, autor del Loquito, convertido en símbolo de la lucha contra el tirano Batista, y de muchos otros humoristas que le hicieron ganar a San Antonio el sobrenombre de Villa del Humor.
Fueron esas motivaciones para que, en marzo de 1979, quedara inaugurada la Primera Bienal del Humor, evento que se celebra cada dos años con la asistencia de importantes artistas de Cuba y el mundo. Sus obras integran las colecciones del Museo del Humor, único de su tipo en el país.
También cuenta, entre otras relevantes instituciones, con la Escuela Internacional de Cine, Televisión y Video.
1844: Nace en Cifuentes, entonces provincia de Las Villas, Ramón Roa y Garí, quien desde muy joven conspira contra el poder colonial español. Se hallaba en Argentina en 1868 donde era secretario privado del presidente Domingo Faustino Sarmiento cuando en Cuba se produce el alzamiento de La Demajagua. Se traslada hacia su tierra natal y participa en la lucha por la independencia.
Fue ayudante en forma respectiva de Ignacio Agramonte, Julio Sanguily y Máximo Gómez. Fungió, además, como secretario del gobierno de Cuba en Armas en 1877. Ramón Roa y Garí, escribió dos obras sobre sus vivencias en la guerra: A pie y descalzo, y Montado y calzado.
1905: Es asesinado en Cienfuegos el coronel del Ejército Libertador, Enrique Villuendas, miembro de la Comisión Constituyente de 1901 y opositor a la reelección del presidente Tomás Estrada Palma.
1960: El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien asiste a la XV Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, almuerza con los empleados y el propietario del Hotel Theresa, en el barrio de Harlem.
Ese día, Cuba había sido excluida de un almuerzo ofrecido por el presidente Eisenhower a las delegaciones latinoamericanas. Según recoge el artículo La llegada y los primeros días en Nueva York, del desaparecido historiador y escritor Eugenio Suárez Pérez, publicado en Cubadebate, a la pregunta de un periodista sobre la no invitación de Cuba al banquete, Fidel respondió:
“Me parece bien y lo que deseo es que los que asistan a él tengan buen apetito. Yo almorzaré en el barrio de Harlem, con los humildes. Yo pertenezco al pueblo humilde".
En esa ocasión, Fidel le entregó a Love Woods, propietario del hotel, “un busto del prócer cubano José Martí, con esta inscripción: 'Peca contra la humanidad el que fomente y propague la oposición y el odio de las razas'”.
En la noche el Comité Cubano Norteamericano auspició una comida a Fidel. Posteriormente le fue entregado un busto de Abraham Lincoln por Richard Gibson, miembro del Comité Pro Justo Trato a Cuba.
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1966: Recorre el Comandante en Jefe Fidel Castro la provincia de Camagüey. Sostiene encuentros con colectivos laborales y con dirigentes del Partido en la provincia.
1985: Llega a México procedente de La Habana (Cuba) un cargamento de medicinas para las víctimas del terremoto.
1988: Es entregada, en ceremonia efectuada en el Palacio de Convenciones, la medalla del Honor Deportivo a las 173 figuras más destacadas del deporte cubano. y entre los galardonados se encuentran Javier Sotomayor, Ana Fidelia Quirós, y Lourdes Gourriel.
DE FIDEL, SU INAGOTABLE LEGADO
"¡Nuestra independencia, nuestros principios y nuestras conquistas sociales los defenderemos con honor hasta la última gota de sangre, si somos agredidos!".
(Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la Tribuna Abierta de la Revolución, en San Antonio de los Baños, La Habana, el 22 de septiembre de 2001).