La Habana, 24 jul (ACN) El 25 de julio de 1991 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz preside el acto de inauguración de la Villa Panamericana, con vistas a los Juegos Panamericanos, que tendrían lugar en La Habana.
A la ceremonia asiste el líder sudafricano Nelson Mandela. En su discurso, Fidel expresa: “Quiso la suerte en este caso, porque no lo planificó nadie, que se produjera al fin en estos días la visita de esta personalidad extraordinaria, de este luchador prestigioso y mundialmente conocido”.
El líder cubano añade: “Debo tomar en cuenta que a Mandela le gustaron los deportes y en su juventud practicó deportes, después tuvo que dedicarse a actividades de enorme trascendencia para su país y sus compatriotas…”.
Fidel reconoce el esfuerzo realizado en la construcción de la villa y afirma: “No solo han sido capaces de construir mucho, sino que han construido bien, con una extraordinaria calidad, y lo digo aquí sin que me quede nada por dentro: jamás había visto una comunidad tan bella como esta llamada Villa Panamericana, que se podría llamar —si se quiere— Villa Olímpica”.
1515: Es fundada la villa de Santiago de Cuba. Por sus condiciones geográficas excepcionales, el conquistador Diego Velázquez la destinó para ser sede del gobierno en Cuba y, en 1522, el Rey de España le otorga la condición de ciudad. Su centro urbano fue declarado Monumento Nacional, el 10 de octubre de 1978, por ser cuna y fragua de héroes y tener sobrados méritos de carácter histórico, arquitectónico y patrimonial.
1903: Es creado el Archivo del Ejército Libertador, que es parte de los valiosos fondos del Archivo Nacional de Cuba. Mediante el decreto número 100 de la Presidencia de la República, se resolvió conformarlo a partir de los documentos acumulados por la Comisión Revisora y Liquidadora del Ejército Libertador.
1953: A las diez de la noche el líder revolucionario Fidel Castro Ruz llega a la Granjita Siboney y reúne a los combatientes que tomarían parte en el asalto al Cuartel Moncada antes de ir a dormir. En sus palabras, señala: “Compañeros, podrán vencer mañana o ser vencidos, pero de todas maneras este movimiento triunfará. Si vencen mañana será lo que aspiró Martí, si no, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba (…) como en el 68 y el 95 aquí en Oriente damos el primer grito de Libertad o Muerte”.
1959: Asiste el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a la misa ofrecida en la Catedral de La Habana a los caídos el 26 de julio de 1953 durante el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Cépedes, en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente.
1991: Recibe el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz al líder sudafricano Nelson Mandela en el Aeropuerto Internacional José Martí, en ocasión de su primera visita a Cuba tras su liberación de las cárceles del régimen racista sudafricano del Apartheid,
2003: Es entregada al reverendo Lucius Walker, líder de Pastores por la Paz, la llave de la ciudad de Bayamo, conferida por la Asamblea Provincial del Poder Popular de Granma. La distinción, hecha en bronce, es una réplica de la del Convento de Santo Domingo, fundado en Bayamo en 1742 y donde estudió Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de las luchas por la independencia de Cuba y considerado el Padre de la Patria.
DE LA CRONOLOGÍA DE AGRESIONES Y TERRORISMO:
1964: La Organización de Estados Americanos, OEA, adopta medidas políticas, militares y económicas contra Cuba, incluida la posibilidad de integrar una fuerza militar continental para invadir la Isla.
2002: Adriana Pérez es retenida por más de 10 horas en el aeropuerto de Houston, cuando viajaba para visitar a su esposo, Gerardo Hernández, en la prisión de máxima seguridad donde sufría la irracional condena de dos cadenas perpetuas más 15 años por penetrar organizaciones terroristas anticubanas en el sur de la Florida. Las autoridades norteamericanas no le autorizaron la entrada a Estados Unidos, a pesar de que había recibido la visa correspondiente.
DE FIDEL, SU INAGOTABLE LEGADO
“No somos un pueblo que tiemble, no somos hombres que temblemos o nos detengamos ante las dificultades”.
(Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la inauguración de la Villa Panamericana, el 25 de julio de 1991).