El martes 6 de junio de 1961 se creó el Ministerio del Interior ( Minint), que tendría como misión defender la seguridad y el orden interior de la joven Revolución y que estaría dirigido por el Comandante Ramiro Valdés Menéndez, con lo cual culminó un período de perfeccionamiento y unificación de diversos órganos iniciado con la fundación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y la creación de los Órganos de la Seguridad del Estado.
Desde hace 63 años el Ministerio del Interior ha desarrollado direcciones fundamentales para garantizar el orden interior y vial, la protección de los bosques, la prevención y extinción de incendios, las fuerzas guardafronteras, los servicios aduanales, inmigración y extranjería y en otras misiones decisivas para el pleno desarrollo de la sociedad.
La creación del nuevo ministerio respondió a la imperiosa necesidad de hacer frente a la política agresiva iniciada por la administración del presidente Dwight D. Eisenhower desde los primeros días del triunfo de la Revolución en 1959 y que perseguía implementar el bloqueo económico, comercial y financiero junto a operaciones subversivas y terroristas que debían provocar el hambre, la desesperación y la división del pueblo.
El sucesor de aquel presidente, John F. Kennedy, llevaría a una etapa superior esa planificación para vengarse por la derrota de Playa Girón ocurrida el 19 de abril de 1961, pocas semanas antes de la fundación del Minint.
Desde entonces la CIA, el Pentágono y agencias oficiales realizarían durante más de 10 administraciones estadounidenses alrededor de 600 planes y acciones de atentados contra el Comandante en Jefe Fidel Castro, alzamientos en zonas rurales, operaciones de espionaje, guerra bacteriológica, terrorismo y programas subversivos.
Esos métodos fracasaron ante la radicalización del proceso revolucionario y la conducción del máximo líder Fidel Castro al frente de su pueblo en victoriosas batallas contra el imperio y sus lacayos, en epopeyas en las cuales el Minint desempeñó un rol importante.
Muchos combatientes ocuparon un sitial de honor por su desempeño, como el capitán Eliseo Reyes (San Luis) quien con apenas 25 años se convirtió en el legendario jefe del Minint en Pinar del Río, donde enfrentó las infiltraciones armadas en las costas de la provincia y libró su último combate en la guerrilla del Che Guevara, en Bolivia.
El agente de la Seguridad del Estado comandante Tony Santiago mientras se dirigía en 1964 a Miami por mar para cumplir una misión, la pequeña embarcación en que se encontraba fue interceptada y hundida por una lancha pirata y punto de ser ametrallado respondió al fuego con su pistola y murió gritando ¡Patria o Muerte!, según comentaron sus asesinos años después.
Son muestra también de intransigencia y fidelidad a la Revolución nuestros Cinco Héroes, que en las filas de la mafia cubanoamericana de Miami expusieron sus vidas en defensa de la seguridad del país y en las cárceles estadounidenses resistieron y no claudicaron hasta que un memorable día volvieron a la Patria.
Las nuevas generaciones de combatientes del Ministerio del Interior están inmersas en una dura batalla frente a la vieja política aplicada contra Cuba desde el propio año 1959, hoy enmascarada bajo nuevos nombres de supuestas Revoluciones de colores, fake news o posverdad que promueven también mercenarios del ciberespacio comprometidos como sus fracasados antecesores con esos viejos y conocidos objetivos de la restauración capitalista.
Hoy como nunca antes las campañas subversivas intentan explotar las consecuencias del bloqueo económico, comercial y financiero que provocan dificultades en los abastecimientos y el deterioro en las condiciones de vida de los cubanos.
La actitud valiente, disciplinada y ecuánime de las fuerzas del Minint junto al pueblo derrotarán esos planes que buscan instaurar un clima de violencia en el país que sirva de pretexto para una intervención armada.
En este aniversario 63 del Minint merecen el reconocimiento y felicitación calurosa a esos hombres y mujeres que siguen el legado de los heroicos fundadores con similar decisión y lealtad a su pueblo.