Camilo: “Yo no estoy contra Fidel ni en un juego de pelota”

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ACN - Cuba
Carlos González Rego
266
06 Octubre 2024

   Muchos recordamos la frase de Camilo Cienfuegos Gorriarán “Yo no estoy contra Fidel ni en un juego de pelota”, pero pocos interioridades de su amor por el deporte, en especial por el beisbol. 

   Anécdotas reflejan el gusto y la preferencia de Camilo por la práctica del deporte, siempre vinculado a dos grandes de Cuba, el Che Guevara y Fidel Castro, entre estas la contada por Pablo Cabrera Piloto, integrante de la columna dos Antonio Maceo, y publicada originalmente por la revista Bohemia.

   Este año, en el aniversario 92 de su nacimiento en La Habana -6 de octubre de 1932- y el 65 de su muerte -28 de octubre de 1959-, lo recordamos y confirmamos una vez más que el Héroe de Yaguajay vive en el pueblo cubano, entre nosotros, lo que se reafirma con lo expresado por Fidel.

   “Camilo no tenía la cultura de los libros, tenía la inteligencia natural del pueblo que lo había elegido entre miles para ponerlo en el lugar privilegiado adonde llegó con golpes de audacia, con tesón, con inteligencia y devoción sin pares”.

   El trabajo publicado este año por Joaquín Gómez Serra “Camilo y su pasión por el deporte” recuerda, “se encontraban Che, Camilo y otros compañeros; Camilo se había agenciado unos guantes y una pelota de béisbol y organizaron en el área del secadero de café un juego de pelota con dos bases.
   “Los equipos eran de seis jugadores: receptor, pitcher, primera, segunda y dos jardineros, capitaneados por Che y Camilo, los dos lanzadores”.
   Detalla que al final ganó el equipo de Camilo, no sin antes tener lugar buenas discusiones por los intentos de picardía de ambos bandos.
   El gran anhelo de Camilo fue jugar pelota y lo materializó. Desde niño la posición que le atrajo fue la receptoría, jugando en la inauguración de la Pequeña Serie Mundial de la Liga Triple “A”, agrega.

   Siete meses después de la victoria de la Revolución Cubana, se pacta un encuentro de pelota entre los Barbudos y la Policía Nacional Revolucionaria, en el estadio del Cerro, hoy el Latinoamericano.
   Se rumora por el posible duelo de lanzadores entre Fidel y Camilo. El Líder Histórico de la Revolución Cubana calienta el brazo. Le proponen la idea al Señor de la Vanguardia. Sin responder, Camilo regresa al dogout. 

   Pero cuando Camilo entra en el terreno, lo hace con el uniforme de Barbudos y una mascota de receptor. Los periodistas se le acercan y les expresa: “Yo no estoy contra Fidel ni en un juego de pelota”.
   Continúa la anécdota que un grande del arbitraje cubano fue designado para impartir justicia detrás del home, y cantar bolas, strikes y outs. Cuando Camilo saluda a Amado Maestri, le pide: “Yo ahora estoy un poco desligado del juego de pelota. Quiero que me indique cómo tengo que lanzar para no incurrir en un balk”. El juego comienza y el abridor de los Barbudos retira la primera entrada sin problemas. 

   En otro inning, hay un roletazo a la derecha del inicialista que lo aleja de la base. Fidel cubre raudo la primera almohadilla y gracias a eso logran el out. Camilo, por su parte, estaba haciendo la asistencia por si se escapaba el tiro. Al bate, no les fue bien a los comandantes.

   Camilo, en dos strikes, quiso sorprender al tercera base rival, que estaba jugando muy atrás, pero el toque salió foul y Maestri decretó el ponche por regla. Fidel, en su única vez al bate, fue dominado en roletazo al cuadro.

   Los apagafuegos desde el box de los Barbudos no cumplieron su cometido, y el juego terminó 3-0 a favor de los policías. Por eso, preferimos recordarlo entonces como ese día de 1959, lanzando desde la lomita del Latinoamericano, retirando a los contrarios, avanzando en el tiempo, porque Camilo en los aniversarios 92 y 65 de su nacimiento y muerte, respectivamente, y en medio de la jornada Camilo-Che, vive en el pueblo cubano, entre nosotros.