Voces, imágenes y diversos recursos audiovisuales para interactuar con la historia de un gran flagelo, pero también con la rebeldía y resistencia de los hijos de África y sus descendientes, componen la más novedosa sala de interpretación del Castillo de San Severino, Museo de la Ruta de las personas esclavizadas.
El espacio ambientado con interesantes narrativas, mapas ilustrativos de las diferentes rutas de la trata transatlántica y del comercio de mercancías liderado por el viejo continente, permiten al visitante una participación activa en la cual podrá seleccionar lo que desee conocer.
Los testimonios de niños, mujeres y hombres esclavizados se suman a uno de los momentos más atrayentes de la experiencia; agrupados en una sección de esa área y provistos de audio e iluminación, al acercarse a la silueta de cada uno de ellos, se revelarán las memorias que guardan al instante de su captura.
Paneles que muestran la venta de esclavos, el trabajo en las plantaciones, los castigos a los que eran sometidos, las sublevaciones, actividades de su vida cotidiana acompañadas de objetos como pipas halladas en cuevas donde habitaron cimarrones, y representaciones de la familia esclava, se incorporan a la propuesta.
La sección Ciénaga de Zapata, trata ilegal y desintegración, explicó Isabel Hernández Campos, directora de la institución, ejemplifica los desembarcos clandestinos que ocurrieron en la zona y que sumaron la mayor entrada de esclavizados a Matanzas, luego de 1820 con el auge de la industria azucarera.
Destacó, además, el espacio dedicado a la cinematografía cubana en el que el visitante podrá seleccionar en una pantalla la proyección de diferentes materiales que abordan la temática de la esclavitud.
En nuestra identidad, la huella africana está de forma notoria en la religión, no podía faltar en la sala la representación de un altar (realizado en Guanabacoa) y un apartado dedicado a la culinaria que vincula los alimentos y recetas a cada una de las deidades, precisó la historiadora.
Al decir de Hernández Campos, la interacción adquiere un momento especial en el panel Esclavizados y sus descendientes, el que provisto de un espacio para escribir, permitirá a los interesados realizar sugerencias y anotar el nombre de otras de estas personalidades que incidieron en la vida política del país.
Resaltó que se prevé ampliar la experiencia con una sala anexa dedicada a las figuras que en circunstancias de esclavitud o sus sucesores, tuvieron un papel destacado en la cultura y sus diversas manifestaciones; asimismo, aseguró que se dispone de códigos QR para escanear y acceder a toda la información en español e inglés.
Completan la novedosa iniciativa la maqueta del barco negrero, pieza que se incorporó desde hace cerca de tres años, acompañado por los versos “Vine en un barco negrero…” del gran Nicolás Guillén.
En su labor permanente el otrora Castillo San Severino, Museo de la Ruta de las personas esclavizadas, recuerda las contribuciones que hiciera la diáspora africana a la identidad de la nación caribeña y asume el compromiso de cooperar para la restauración de la memoria y la dignidad humana.
Desde el 2021 la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebra cada 31 de agosto el Día Internacional de los Afrodescendientes para promover el patrimonio cultural que legaron a la historia universal aquellas personas avasalladas, víctimas de la trata y la colonización, y para también condenar cualquier forma de discriminación racial contra ellos.