Decía el Apóstol José Martí: “Las campañas de los pueblos solo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer; pero cuando se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño, la obra es invencible”.
Las mujeres cubanas históricamente han desempeñado una labor fundamental en las tareas de la defensa de la ciudadanía y salvaguarda de los bienes de la nación.
No son pocas las que al día de hoy integran las filas de Ministerio del Interior (Minint), las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y contribuyen desde distintos frentes a esta noble proeza.
Precisamente, en los rostros de la recién ascendida teniente Ludianni Millet Cesar, oficial de Puesto de Mando en la Brigada de Patrullas de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), y la mayor Graciela Montiel Rivero, jefa de Área de Investigación en el municipio Plaza, se recoge la grandeza de otras tantas féminas que dedican sus vidas al cuidado de la Patria.
Cuando el deber llama: ¡Presente!
Desde hace poco más de dos años, la teniente Millet Cesar asumió la dirección de carros patrulleros con el fin de direccionar a los 15 municipios habaneros, los puntos de control y apoyar al Sistema Integrado de Urgencias Médicas.
Preservar el orden en una ciudad donde a diario se presentan disímiles situaciones no es tarea fácil, aun así, le da sentido a mi profesión, confesaba en exclusiva la joven de 38 años a la Agencia Cubana de Noticias.
Afirmó que no son pocas las vivencias durante los roles asignados; sin embargo, los días como patrullera en la vía pública quedarán grabados de por vida en su trayectoria profesional.
Por solo citar, rememoró su participación en la movilización de las fuerzas para socorrer a las familias víctimas del tornado que azotó a La Habana el 27 de enero de 2019.
Trabajamos alrededor de 16 horas sin descanso; llegar a cada hogar con agua y alimento fue una motivación y una experiencia complicada a la vez, puesto que los sentimientos de una persona que lo ha perdido todo te dejan una huella imborrable, expresó.
Sin hacer mención de otros escenarios complejos, sinónimos de la valía de la policía cubana, pero también de la sensibilidad y humanidad de cada uno de los oficiales que me acompañan en el deber, argumentó.
Para la teniente, además de la profesión, uno de sus mayores orgullos es ser madre de tres hijos a quienes sueña con tener a su lado.
Entre emociones palpables, explicó que sus pequeños vivían en Oriente y en ocasiones tardaba meses en poder verlos; sin embargo, gracias a la obra de la Revolución y al Minint le fue otorgada una vivienda en posición de madre soltera con tres menores de edad, y pronto estarán juntos.
Sería un privilegio si en el futuro siguieran mis pasos; de momento, uno de los infantes afirma que será ciclista en la motorizada y el otro patrullero, mientras que la niña se inclina un poco más hacia la Medicina, enfatizó.
La teniente Ludianni Millet Cesar es graduada de la Academia de la Policía del reparto Barbosa, en el municipio La Lisa, y actualmente estudia Derecho en la filial universitaria de la Brigada de Patrullas de la Dirección General de la PNR.
“Integrar las filas del Minint es un honor para quien proviene de una familia en la que otros ejercen también esta labor”.
El noble desafío del día a día
Para la mayor Graciela Montiel Rivero pertenecer a la PNR representó un reto cuando a temprana edad dio a conocer en casa que asumiría esta profesión, convirtiéndose así en el primer miembro de la familia en vestir ese uniforme de consagración y sacrificio.
La joven de 37 años, además de ejercer como jefa de Área de Investigación en Plaza, refuerza los procesos investigativos en la Unidad del Aeropuerto Internacional José Martí.
Arriba ya a seis años en el cargo y es madre de dos pequeños –una hembra de tres años y un varón de siete-, con quienes combina sus más grandes roles como mamá, en los quehaceres del hogar y profesional.
Despertar temprano, llevar a los niños a la escuela, entrar en el despacho de la Unidad a las 8:30 a.m. para luego regresar, ayudarlos con los deberes escolares y cumplir con las tareas domésticas hacen de mis días jornadas intensas pero satisfactorias a la vez, argumentó.
Manifestó que los oficiales de la PNR laboran con el fin de cumplir con su encargo social y velar por la tranquilidad ciudadana, a pesar de no poder solucionar siempre todas las demandas de la población como quisieran.
La mayor Graciela Montiel Rivero se graduó en el año 2010 del Instituto Superior del Minint Eliseo Reyes Rodríguez “Capitán San Luis” y su experiencia le ha permitido retribuir las enseñanzas de sus padres y de una de las organizaciones más importantes para el país.
La mujer cubana al servicio de la defensa de la Revolución
Desde las filas de la Policía Nacional Revolucionaria, mujeres como la teniente Millet Cesar y la mayor Montiel Rivero han contribuido a que el Minint arribe a su aniversario 63 como pilar de la defensa heroica y legendaria cubana frente a los actos hostiles estadounidenses, la contrarrevolución interna y externa, las actividades delictivas y la prevención de estos fenómenos para mantener la seguridad del Estado y el orden interior del territorio nacional.
El Ministerio del Interior se fundó el 6 de junio de 1961 para concentrar esfuerzos, experiencias y recursos humanos y materiales en defensa de la nación.
Bajo el mandato inicial del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, la organización se creó en un contexto de duras batallas para el pueblo cubano y el gobierno en función de salvaguardar la Revolución.
La representación femenina en organizaciones de esta índole da vida a las palabras de Vilma Espín Guillois (1930-2007), fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas (1960), al expresar: “La participación de la mujer en la defensa de la Patria es una demostración de la elevación de su conciencia política”.