Cuentan que el resultado final distó mucho del proyecto inicial, que implicaba demoler alrededor de una decena de manzanas, desde la zona alta del inmueble hasta el Palacio de Gobierno.
Lógicamente los arquitectos locales de la época se opusieron a la idea y el entonces parque General Machado, hoy René Fraga Moreno, de la urbe de Matanzas, nació el 29 de mayo de 1929 para convertirse hasta la fecha en fiel testigo de la historia citadina y uno de los mayores referentes de la matanceridad.
Según la tradición, el lugar de su construcción tuvo que ver con el secretario de Obras Públicas por aquel entonces, Carlos Miguel de Céspedes, quien se enamoró de la vista que se apreciaba desde dicha ubicación, considerada la entrada a la urbe desde La Habana por la recién construida Carretera Central.
Reconocido como joya de la ingeniería civil cubana, debido a entre otras cosas a sus tres niveles en estructura, el “René Fraga” alberga hasta un terreno de beisbol, el cual fungió como área municipal mientras se reparaba el majestuoso Palmar de Junco, ya que contaba con las medidas de los terrenos de las Grandes Ligas.
Leonel Pérez Orozco, Conservador de la Ciudad de Matanzas, define al espacio como una exquisita obra hecha a base de jaimanita, con estilo neoclásico y forma que asemeja un escudo español, circundado por alamedas, con altos muros y numerosas columnas; así como también un sistema de jardinería y alumbrado que empastan perfectamente con los distintos niveles del enclave.
En un inicio el Parque sirvió de punto de encuentro para la sociedad de la época y era común la realización de juegos pasivos, espectáculos culturales, lecturas, encuentros entre amigos o de parejas, además de eventos deportivos con presencia de las escuelas del Centro Histórico y las comunidades, refiere el especialista.
Posteriormente, en la década de los 70 y 80 del siglo anterior ganaron popularidad los carnavales, con pintorescas carrozas que atrapaban la atención de locales y visitantes, una tradición que se mantuvo hasta la época actual y que quizás también contribuyó al deterioro de las condiciones físicas de la instalación, comenta.
Pérez Orozco recuerda que grandes agrupaciones musicales y artistas de renombre de Cuba y el mundo se dieron cita en el “René Fraga”, entre ellos las Orquestas Aragón y los Van Van.
Sobre las aspiraciones en la etapa actual, después de intervenciones puntuales, la última de ellas hace unos ocho años para la reanimación de algunas áreas, el Conservador revela la existencia de un proyecto en cartera de la Oficina, ya presentado y discutido con autoridades de Gobierno en la provincia y que espera por financiamiento para su ejecución.
La pretensión es devolverle el color a un sitio único en el país por su valor patrimonial y acercarlo lo más posible a sus orígenes, cuando contaba con una cerca ultra perimetral y sus instalaciones deportivas acogían los principales eventos del territorio, creo que sería saldar una deuda con la historia y activar un complejo necesario para el presente, concluyó la fuente.