Azul, rojo, amarillo... universos de colores cada fin de semana se juntan a las verdes tonalidades del Valle del Yumurí, importante zona rural de la periferia de la ciudad de Matanzas, para desde la creatividad de los integrantes del proyecto El Retiro, cultivar las artes y la naturaleza.
Desde hace dos años un grupo de reconocidos creadores de la provincia, miembros de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) y la Galería-Taller Lolo, se sumaron a la iniciativa en aras de contribuir al desarrollo de la comunidad con actividades dirigidas a expandir la cultura y apreciar el medioambiente.
A los niños, seres soñadores, dedicamos estos espacios para que conozcan y aprendan las diversas manifestaciones y técnicas del mundo de la creación, al tiempo que vinculamos las enseñanzas a la necesidad de fomentar el amor y cuidado por la tierra y el entorno, resaltó Dariel Lozano Pérez, artista de la plástica e impulsor de la propuesta.
Naturaleza y arte están en indisoluble relación, conceptos que no se pueden revisar por separados, si bien el primero representa la base de toda acción –comentó-; el barro, las pinturas, los pigmentos y diversos recursos los obtenemos de ella, y de cierta forma con nuestro trabajo nos debemos a su salvaguarda.
A decir del joven creador, la tranquilidad y la frescura del medio campestre ofrece una exquisita fuente de inspiración que convida a proteger estos escenarios y rendir tributo a la Madre Tierra; “próximamente realizaremos unas especies de vasijas para aumentar la población de las abejas meliponas, tan necesarias en la polinización y desarrollo de los cultivos”, dijo.
Bajo el título “Cultiva para crear”, nuestra más reciente actividad deviene interesante propuesta con la instalación de una casa de tapado con sistemas de riego, que contribuirá a la alimentación de los artistas integrantes del proyecto y la comunidad, explicó.
La novedosa acción, destacó, es resultado de la donación de recursos materiales realizada por el proyecto de colaboración internacional Quebec-Cuba “Mano a Mano: Artesanos sin fronteras”, muy familiarizado con el quehacer de “El Retiro” desde sus inicios.
Agregó Lozano Pérez que con frecuencia los artistas canadienses los visitan para socializar experiencias en torno a la creación, además de apoyar sus labores con útiles y herramientas.
Entrega diaria y consagración, consideró Dariel, marcan la significación de un proyecto que con mucho esfuerzo prevé ampliarse como un espacio distinto en Matanzas, donde arte y naturaleza dialoguen al unísono para desde el intercambio cultural nutrir el alma de los más pequeños.