Próximamente acontecerá la edición número 42 de la Feria Internacional de Turismo FitCuba 2024, prevista del 2 al 5 del mes entrante en el polo Jardines del Rey, en la cayería al norte de la provincia de Ciego de Ávila.
La principal bolsa comercial de la industria del ocio local, retorna a esa bella locación ya con más de tres decenios de incursionar con éxito en el giro y su agenda prevé promocionar al destino mayor: Cuba; iniciar o concretar negociaciones en marcha para las venideras temporadas y buscar un acercamiento más estrecho con los mercados latinoamericano y caribeño.
Otro punto clave de la cita es buscar mayor conectividad aérea en aras de que los flujos de viajeros crezcan y el país pueda finalmente ser testigo del despegue de la industria sin chimeneas en el calendario en curso.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) hasta marzo del presente año se han recibido 809 mil 238 turistas, cifra que representa el 107,5 por ciento (%) de la registrada en igual periodo de 2023, cuando arribaron 56 mil 807.
Canadá, con 399 mil 272 visitantes internacionales; Rusia (66 mil 887); Estados Unidos, (46 mil 717); y Alemania, (22 mil 097); son los territorios de donde procede la cantidad superior de captaciones, y se destaca, además, la comunidad cubana en el exterior, con 75 mil 386, todo en el primer trimestre último.
Una noticia más reciente, dada a conocer en su cuenta X por el Ministro del ramo, Juan Carlos García, señala que Cuba atendió hasta abril 26 a un millón de visitantes extranjeros, lo que confirma el optimismo en el incremento continuo de llegadas internacionales al destino cubano.
La sede de FitCuba 2024 puntea como cuarta región de desarrollo recreativo por su capacidad hotelera (detrás de La Habana, Varadero y Holguín). Cayo Coco junto a sus vecinos Guillermo y Paredón Grande conforman una triada de pequeñas ínsulas paradisiacas, conocidas por el genérico apelativo de Jardines del Rey.
Durante el balance anual del Ministerio de Turismo (Mintur) su titular, Juan Carlos García Granda, confirmó que se proponen hasta diciembre superar la cota de los tres millones, revertir las deficiencias, ofrecer productos y servicios de más calidad, e incentivar la demanda.
“La proyección para este año es seguir creciendo”, señaló entonces la propia fuente, quien puntualizó las estadísticas de cierre de 2023, con unos 800 mil visitantes más que en la etapa previa.
En comparecencia en la Mesa Redonda, dijo el Ministro a su vez que entre los desafíos que afectaron el alza de esta esfera se mancomunaron los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno estadounidense; así como la inclusión de Cuba en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, lo que ha tenido serias consecuencias en los flujos de cobro y pago, y en el acceso a créditos bancarios.
Las aspiraciones del rubro pasan por la actual coyuntura de guerra –nada encubierta- que padece la nación con un cerco cada vez más recrudecido, enfrentando una intoxicación mediática y golpes blandos encaminados a denigrar su imagen, que descuella por sus bondades naturales, seguridad, estabilidad política, tranquilidad ciudadana, empleomanía capacitada y la calidez de los cubanos, anfitriones ideales por excelencia.
Su poder de recuperarse pese a las etapas de crisis hace del rubro una tabla de salvación que, a pesar de no lograr aún el despegue esperado, sigue siendo el segundo aportador al Producto Interno Bruto y el tercero por sus recaudaciones monetarias, solo detrás de los servicios profesionales y las remesas.
A los dominios anfitriones del encuentro turístico se puede llegar por aire, pues tiene un aeropuerto internacional en el propio Cayo Coco, por sus marinas y el pedraplén -camino de piedras sobre el mar- de 17 kilómetros de distancia, con una visual incomparable y que une el norte avileño desde el poblado de Turiguanó hasta el sur del polo.
Exhibe vasta infraestructura hotelera y extrahotelera (su potencial habitacional asciende a los 33 mil cuartos); cuenta al mismo tiempo, como uno de sus retos esenciales, la conservación del entorno de estas ínsulas dada su condición de reserva de biodiversidad, considerada única en los predios caribeños.
En esa zona de la geografía cubana se han localizado más de 250 especies endémicas y autóctonas, entre ellas 28 variedades de reptiles y más de 200 de aves.
El Hotel Gran Marena Cayo Coco acogerá las actividades de FitCuba y se alista para tal acontecimiento, con enfoque particular en los ámbitos náutico y extrahotelero, según informaron autoridades de la rama.
En los alrededores del inmueble se rehabilitan las dunas costeras colindantes, importante tarea liderada por el Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (Ciba) del territorio, como parte de la prestación de servicios científico-técnicos dirigidos a impulsar su avance sostenible.
Durante el 2023 a su vez en el segundo destino de sol y playa más relevante del patio (luego de Varadero), el Ciba laboró en el rescate de la cubierta vegetal en los montículos de Playa Pilar, declarados desde el 2010 como Área Protegida con categoría de Elemento Natural Destacado. Localizado este en “Guillermo”, constituye el mayor sistema de dunas del país y el Caribe insular, con alturas que varían entre los 13 y 16 metros sobre el nivel del mar.
La percepción del futuro desarrollo de la cayería norte de Cuba para el turismo fue una de tantas visiones certeras del Comandante en Jefe Fidel Castro. Con el paso del tiempo, la realidad le ha dado total validez a aquel sueño desde los años 80, que siguió siempre de cerca como cada una de sus realizaciones personales en pro del avance de su Patria.
Devenido marca, Jardines del Rey se integra al archipiélago Sabana-Camagüey, y su apelativo obedece al explorador español Diego Velázquez, quien entre 1513 y 1514 quiso rendir así honores al monarca Fernando el Católico. También esa área de ultramar fue inmortalizada por el escritor estadounidense Ernest Hemingway en el libro Islas en el Golfo.
Constituyen los dominios cubanos una suma de más de 4 mil islas e islotes que rodean al verde caimán, devenido en descollante destino para el turismo internacional a pesar de continuados contextos negativos derivados de la crisis económica universal y la autóctona; la COVID-19 que paralizó al orbe y el recrudecido bloqueo imperial, perseguidor con saña de las iniciativas en pro del turismo nacional.
Con productos diversificados para la industria del ocio, hoy resulta preferido por sus programas de sol y playa, a la cabeza de otras modalidades vacacionales que incluyen al turismo cultural, de eventos y convenciones, salud y calidad de vida; náutico, naturaleza y, por supuesto, sus cayerías, entre otras ofertas.