La Neonatología es una especialidad que me ha hecho crecer, principalmente como ser humano, por toda la sensibilidad que implica para la vida, afirmó con total naturalidad, y a modo de presentación, el doctor Manuel Ramón López Fuentes, una de las referencias de este servicio en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, de la provincia Sancti Spíritus, y en el resto del territorio.
Neonatólogo desde hace 14 años, pero con inclinación por la Pediatría desde que comenzó a estudiar Medicina, aun cuando no pudo acceder a ella por el número de plazas disponibles, este hombre lleva enraizadas en el alma las cualidades divinas de quien se sabe guardián de la salud de los demás.
Al salir de las aulas, refirió a la Agencia Cubana de Noticias el también especialista en Medicina General Integral, me vinculé a la Atención Primaria de Salud, y de manera particular al Programa Materno Infantil, para estar más cerca de mi vocación.
Fue una etapa larga en la cual, durante varios años, me asignaron responsabilidades de dirección, pero siempre traté de estar relacionado con lo que realmente me motivaba como profesional, significó.
En el tiempo que estuve laborando en la dirección del Programa de Atención Materno Infantil (Pami), pude acercarme más a la Neonatología, acotó, hice guardias voluntarias para aprender las habilidades necesarias y cuando culminé las tareas administrativas, matriculé mi segunda especialidad, la cual ejerzo hasta hoy.
Por sus cualidades y por ser parte de un equipo que ha llegado a erigirse en una familia, López Fuentes destacó que, gracias a esta rama de la Medicina, ahora es mejor ser humano y un profesional mucho más comprometido.
Funcionamos como el más preciso de los relojes y nunca hay días, horas, situaciones personales, estés de posguardia o en el servicio, dijo este galeno y, a juzgar por los resultados que exhibe la mortalidad infantil en el territorio y que estuvieron entre las razones para otorgarle la sede central por el 26 de Julio, no quedan dudas de la cohesión y entrega de todos.
Nada más llaman por una situación con un recién nacido y nos personamos, porque hacer por la vida está en nuestro ADN, reafirmó; de ahí que el compromiso, la consagración, la solidaridad y el humanismo sean sellos distintivos del colectivo que busca siempre más calidad y preparación.
López Fuentes refirió que, en aras de enfrentar los casos cada día en mejores condiciones y de buscar una respuesta integral para cada diagnóstico, en estos salones prima siempre la máxima de hacer las cosas de manera diferente.
La superación es permanente, nos permite hacerle frente a las problemáticas que se nos presentan con los neonatos y ello nos ha dado dividendos muy favorables, sin descuidar la interacción con las progenitoras, precisó.
Estamos en una etapa donde hay un aumento de madres adolescentes y otras muy jóvenes, manifestó, y eso nos obliga a enseñarlas de cierta manera, a educarlas en el manejo del recién nacido para que puedan desenvolverse mejor y estén listas para, ante todo, prevenir cualquier situación.
Pero Manuel Ramón López Fuentes constituye un especialista con responsabilidades que van más allá de la Neonatología, pues a sus tareas cotidianas sumó la dirección de la docencia del servicio en el pregrado, y con la ayuda de los residentes, la cantera por excelencia de este gran equipo, imparten los conocimientos.
Al ser un servicio categorizado, también accionamos en posgrados, acotó, en otros cursos de capacitación, maestrías, diplomados, tanto del personal médico de la provincia como de otros territorios, de galenos extranjeros y del personal no médico; y para ello, la autopreparación y el estudio son vitales, insistió.
Ni en su casa, este profesional deja de pensar en la Neonatología o en cada uno de los casos ingresados en las salas; me siento muy realizado, significó, es una labor que ansiaba, llegó y vivo por hacer de ella el sentido de mi existencia, cada día es un reto para todo el equipo y juntos buscamos y logramos las mejores maneras de darle luz a la vida. (Oscar Alfonso Sosa, ACN)