Laidi Fernández de Juan: La clave es la honestidad

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ACN - Cuba
Marlene Gómez
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31 Octubre 2024

El rechazo a lo que anda mal y la necesidad de encontrar soluciones a los problemas que aquejan a la creación artística en las actuales circunstancias, fueron tópicos que enrutaron los debates previos al X Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), previsto para los días primero y 2 de noviembre próximos, e inspirado en la frase de Fernando Ortiz “La Cultura es la Patria”.

   La cita devendrá plataforma idónea para radiografiar con ojo crítico lo hecho y lo que queda por hacer, en aras de aportar al bienestar y la espiritualidad de la nación y reforzar el papel movilizador, transformador e inclusivo de la Uneac.

   En ese empeño ha de aunar voluntades la vanguardia artística tomando como premisa la honestidad a la hora de criticar y enfrentar la compleja situación que hoy afronta Cuba, panorama que alcanza también a los creadores.

    El congreso no ha de ser un mero pase de lista a lo logrado, sino guía que en lo adelante perfile el trabajo de intelectuales y artistas y permita, desde la cultura, enfrentar la oleada colonizadora y defender los valores que sustentan la identidad nacional.

   Son estos los preceptos que sostiene la Doctora Laidi Fernández de Juan, miembro de la Uneac desde 1996 y una de las más destacadas narradoras cubanas, quien considera que “la cultura va más allá de la Patria que habitamos, trasciende las artes y las letras, abarca además la manera de comportarnos, el vestir, el comer, el hablar… la cultura refleja la vida y por tanto no se puede ver separada de la sociedad, es, como dijera Fidel: Escudo y Espada de la Nación”.

   Nacida en un hogar donde prevalecía el interés por las letras, Fernández de Juan apostó por la Medicina, vocación que ejerció durante casi tres décadas, hasta que las cartas que intercambiaba con sus padres, primero desde la beca, luego desde su misión internacionalista en Zambia, le hicieron descubrir lo que hasta hoy marca su destino: el deseo de contar historias.

   Se cumplió así el refrán: “De casta le viene al galgo”. Definitivamente su andar por la literatura tiene mucho que ver con el legado de sus progenitores: el destacado poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar y Adelaida de Juan, importante pedagoga y crítica de arte.

   Al expresar sus expectativas ante el ya cercano Congreso de la Uneac, la entrevistada considera que “en este deben primar la honestidad y el enfoque crítico del contexto complejo que atraviesa el país ante el recrudecimiento del bloqueo, la migración, el doloroso éxodo que afecta a las familias y a la sociedad; y la brutal inflación, pues los artistas son parte del pueblo y también están afectados por este panorama”.

   Enfatiza en la necesidad de que la proyección ha de ser sobre todo hacia la juventud “hallar caminos para que esta cultura y esta Patria sean más atractivas para la juventud, para que desarrollen un sentido crítico y eficaz de pertenencia más allá de lo retórico.

   Toca a los de otras generaciones analizar cómo podemos lograr que los jóvenes amen este país, esta Patria, esta cultura como lo hacemos nosotros y estén dispuestos a sacrificarse, porque indudablemente este es un país que exige grandes sacrificios, cada día los retos son más difíciles y los artistas podemos contribuir a la difusión y sobre todo al amor que hay que tenerle a nuestras raíces más profundas.

    Sobre sus consideraciones respecto al cónclave apuntó: “… alguien famoso dijo que el arte imita la vida… de manera que el arte no puede verse como algo aislado, como un asunto esotérico que está separado de la sociedad, nosotros como artistas formamos parte de esa sociedad.

   “Yo creo que es muy importante que nos reunamos y desde un enfoque crítico y analítico lleguemos a consensos sobre cómo llevar las riendas no tanto de la creación sino de la interpretación del arte, y exigir explicaciones que nos permitan salir adelante con la persistencia y rigor que debe llevar todo acto de creación.

   “Como escritora me preocupa la honestidad literaria más allá del compromiso obligatorio que debe tener un artista con la sociedad, cada quien asume ese compromiso de distinta manera. No hay un esquema, el arte es libre y forma parte de esa libertad el expandirse y ser honestos sin que seamos estigmatizados como un artista problemático, ni tampoco demasiado elogiados, el elogio excesivo puede ser peligroso”.

   Asimismo exhorta a que los creadores, sea cual sea la manifestación en la que incursionan, cuestionen lo cuestionable y ayuden a encontrar soluciones desde el compromiso con temas prominentes de la discusión pública en Cuba y acompañen al pueblo con esa vocación de servicio que los distingue.

   La médica que curó el cuerpo y ahora cura el alma desde la literatura, reitera que la clave del X Congreso de la Uneac debe ser la honestidad y con ella, analizar la realidad, apuntar hacia lo mal hecho y con disciplina hallar una luz de esperanza, una salva de porvenir.